Nomofobia: miedo irracional a no llevar el móvil encima

Los jóvenes que presentan nomofobia necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil.

La nomofobia (abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”), no es una enfermedad en sí, sino un síntoma más de la adicción al móvil. Según una investigadora de la Universidad de Granada, una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos favorecen la aparición de este trastorno.

Un estudio realizado en España demostró que  el 8% de los estudiantes universitarios españoles sufre nomofobia, un miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima, derivado de un uso patológico de la telefonía móvil. Además, los jóvenes adictos a los teléfonos móviles se aburren más a la hora de realizar actividades de ocio, son más extrovertidos y buscan más sensaciones nuevas que los no adictos, si bien presentan una autoestima más baja que estos.

Llevar ropa interior adecuada vuelve más seguras a las mujeres

La ropa interior tiene una gran importancia social

Un estudio realizado durante dos años en la Universidad de Leicester (Reino Unido) muestra que la ropa interior es un componente vital del aspecto visible de las mujeres porque, «reafirma la indumentaria exterior y el aspecto general de la mujer, y genera sensaciones y sentimientos de seguridad». Estudios de este tipo generan controversias en la comunidad científica, dada la carga sexista que lleva implícita.

La investigación revela que «cuando las mujeres llevan la ropa interior adecuada, se sienten más seguras de su cuerpo y de su aspecto general». El objetivo de este estudio ha sido ayudar a comprender cómo las prendas de ropa interior femeninas reafirman el cuerpo, el aspecto y el propio yo de las mujeres en los diversos contextos o ámbitos de su vida diaria.

La investigación intenta proclamar la experiencia dinámica, actual y polifacética de la identidad femenina, así como sobre los imperativos sociales sobre la feminidad. Según explica Christiana Tsaousi, autora del proyecto: “La ropa interior constituye la parte más íntima de nuestra ropa pero aún así tiene una gran importancia social, ya que las consumidoras invierten una cantidad considerable de dinero en su ropa interior”.