Efectos del tabaquismo pasivo en los niños

El 55% de los niños y adolescentes argentinos convive con un fumador.

Una encuesta de la Fundación Cáncer muestra que es necesario mejorar la capacitación de los pediatras sobre tabaquismo para que puedan ejercer mejor su rol como promotores de salud durante la consulta.
La exposición al humo de tabaco ajeno (HTA) es un grave problema de salud pública en la Argentina. De acuerdo a los datos aportados por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y por la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adolescentes en Argentina (ambas del Ministerio de Salud de la Nación), se estima que alrededor del 55% de los niños y adolescentes argentinos convive con un fumador. Esta cifra supera el promedio mundial que es de un 47 por ciento.

El tabaquismo pasivo podría elevar el riesgo de padecer diabetes

Los fumadores pasivos tienen un nivel más elevado de riesgo de sufrir intolerancia a la glucosa, primer factor para padecer diabetes, incidiendo más en las personas de piel blanca que de piel negra, según un estudio llamado CARDIA realizado por el Centro Médico para Veteranos de Birmingham en EE.UU., publicado en el ‘British Medical Journal’

Fumadores pasivos en problemas

El humo del tabaco perjudica más a los no fumadores por su alta concentración de compuestos dañinos
La corriente secundaria o el humo de ‘segunda mano’ del tabaco es muy perjudicial para los fumadores pasivos, ya que tiene concentraciones más altas de algunos compuestos dañinos que el humo inhalado por el propio fumador y luego liberado al ambiente (corriente primaria). Este humo puede provocar hasta cáncer de pulmón y otras enfermedades entre los no fumadores, según advirtió hoy la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).