Cada hora de demora en la realización de la angioplastia primaria multiplica hasta un 6% la mortalidad del infarto agudo de miocardio
Actualmente el mejor tratamiento del infarto agudo de miocardio es la intervención coronaria percutánea primaria (ICPP) siempre que se cumplan una serie de condiciones, entre las que destaca que el tiempo puerta-balón sea inferior a 90 minutos. Es decir, el intervalo de tiempo que transcurre desde que el paciente con infarto agudo de miocardio (IAM) llega al servicio de urgencias hasta que se logra, mediante el inflado de un balón, desobstruir la arteria coronaria en un procedimiento conocido como intervención coronaria percutánea primaria.
Sin embargo, como recoge un artículo publicado en Revista Española de Cardiología (www.revespcardiol.org), estos tiempos “sólo se cumplen en algunos pacientes tratados con ICPP y la demora influye negativamente en el pronóstico del paciente, independientemente de su riesgo particular y del tiempo total de isquemia”, señala el Dr. Javier Goicolea, de la Unidad de Hemodinámica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
Son varias las estrategias dirigidas a acortar estos tiempos. En el caso concreto de España disponemos de un servicio de ambulancias medicalizadas con personal altamente cualificado, que permiten el diagnóstico in situ y la selección de pacientes para reperfusión mediante ICPP.