En Primavera aumentan un 35% las consultas por alergias debido a pólenes de árboles y gramíneas

Durante la primavera, las consultas por alergias aumentan un 35% y uno de los principales factores desencadenantes son la presencia de pólenes de árboles en septiembre y una concentración elevada de polen de gramíneas (diferentes tipos de pasto) en octubre y noviembre. «El 70% de los pacientes tiene rinitis y conjuntivitis alérgica simultáneamente. Un 25% posee sólo rinitis y el 5% predominantemente síntomas oculares», sostiene el doctor Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA y especialista en Alergia e Inmunología.

¨Los pólenes son dispersados por el viento. Si bien los pacientes suelen culpar de sus síntomas a los plátanos porque producen  pelusas con espículas que irritan la vista y la nariz  no siempre son la causa de la alergia del paciente. De hecho, otros pólenes como el arce y el fresno son causas tanto o más importantes de alergia que el polen de plátanos”, agrega.

 “No es raro tener alergia a distintos pólenes, por ejemplo, árboles y gramíneas (pastos) que polinizan en forma sucesiva aumentando la severidad y duración de los síntomas. Sin duda, la alergia a las gramíneas es la más prevalente pero la frecuencia y severidad de cada tipo de alergia al polen varían según las zonas geográficas del país¨, detalla.

Con relación a aquellas personas que sólo tiene alergia en los meses de septiembre y octubre, Máspero explica que padecen ¨una alergia estacional que debe ser evaluada y tratada por un profesional. En muchos casos sabiendo de antemano a qué polen son alérgicos se puede optar por  la  administración de  medicación profiláctica desde unos 10 días antes del comienzo de la polinización. Y para los que tienen síntomas severos, está indudablemente demostrado que la mejor opción es la  inmunoterapia con  el polen que los afecta, ya que permitirá que en los años siguientes dejen de tener esos síntomas¨.

La alergia es una afección causada por mecanismos de hipersensibilidad. La hipersensibilidad es una reacción exagerada, fuera de lugar, que se produce cuando el organismo se encuentra con estímulos o agentes que, por otra parte, son inocuos como, por ejemplo, el polen. Las reacciones se manifiestan clínicamente de forma variada y diferente, no sólo de persona a persona sino también en las distintas etapas de la vida de una misma persona.

Factores causales

Pólenes de árboles como el arce, fresco, plátano, olmo, ligustro, entre otros, desde fines de agosto y durante septiembre.
Polen de gramíneas (diferentes tipos de pastos), desde mediados de octubre a principios de noviembre.
Esporas de hongos: los hongos de interior de los ambientes como, por ejemplo, manchas de pared, pueden causar síntomas durante todo el año y los de exterior, como ¨La Alternaria¨, predominan a fin del verano y durante el otoño.
Ácaros de polvo.
Caspa de animales (mascotas).
Existen una serie de sustancias que, sin ser causas de alergia, contribuyen a empeorar los síntomas por sus características irritativas como:

 Humo de tabaco.
Aromas demasiados fuertes (desodorantes de ambientes, insecticidas, etc).
En otros casos, algunos medicamentos de uso habitual pueden agravar los síntomas como ser aspirina o beta-bloqueantes.     
 

 Síntomas de la alergia nasal

· Estornudos.

· Secreción nasal.

· Congestión nasal (el síntoma que más molesta al paciente y afecta su calidad de vida).   

· Prurito nasal.

· Ojos rojos, prurito ocular, lagrimeo, fotofobia.

· Trastornos en el sueño y por ende, reducción del rendimiento y falta de concentración.

Medidas de prevención

Es difícil evitar el polen. En general, los días ventosos son los más problemáticos y hay que recordar que el polen puede producir síntomas a varios kilómetros de distancia.
Mascotas: evitar el contacto o visitar casas con mascotas si se sabe alérgico a perros o gatos.
Ácaros: ventilar la ropa de cama diariamente.
Quitar las alfombras, muebles tapizados y objetos que acumulen polvo en el dormitorio de los niños.
Evitar la humedad excesiva en el interior del hogar.
Evitar el humo del tabaco.
No auto-medicarse. Siempre debe ser el médico quien determine qué tipo de antihistamínico es el adecuado para cada paciente evaluando la edad, el tipo y severidad de la enfermedad, la eficacia y los potenciales riesgos del tratamiento.
 

Cómo controlar la alergia nasal

¨El control de la rinitis alérgica en los casos  intermitentes moderados a severos y persistentes impone hacer un diagnóstico etiológico, realizar los test cutáneos para identificar el alérgeno al cual está sensibilizado el paciente e indicar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos¨, afirma el especialista.

¨Si la rinitis alérgica es severa se puede tratar con algunos antihistamínicos de última generación  o esteroides intranasales que han demostrado que en dosis mínimas necesarias son seguros pero -en muchos casos- el tratamiento con inmunoterapia específica es el único que logra controlar una rinitis alérgica severa¨, concluye Máspero.

Fuente: Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias)

Imagen: Copyright (c) 123RF Stock Photos

Deja un comentario