El suelo pélvico sustenta órganos tan importantes como la vejiga y el recto. Si esa sujeción falla, se produce una incontinencia urinaria y/o fecal, provocando una merma en la calidad de vida diaria. La vulnerabilidad de este músculo es tal que una de cada tres mujeres sufre pérdidas de orina tras dar a luz.
Como indica Gema García Gálvez , ginecóloga de Quirón Madrid y coordinadora de la Unidad de Suelo Pélvico, es necesario que las pacientes con problemas de suelo pélvico “sean informadas de la necesidad de fortalecer esta zona para evitar problemas de cara al futuro”. Según García Gálvez las mujeres continúan teniendo mucho pudor respecto a este tema, por lo que el papel del médico es fundamental para averiguar si padecen problemas de este tipo e informarles sobre la posibilidades de tratamientos existentes.
La fisioterapeuta Carolina Walker, especialista en suelo pélvico, indica que la fisioterapia de suelo pélvico es una disciplina bastante habitual en Europa, aunque en España llegó hace de una década. “Es muy eficaz, con un porcentaje de curaciones de entre el 50 y 70% de los casos. Es la primera técnica de elección en los casos leves y moderados de patología de suelo pélvico”.
No obstante, cuando la fisioterapia no sea efectiva o exista una patología grave de suelo pélvico “el ginecólogo indicará una cirugía, que puede ser vía vaginal o abdominal, con uso de mallas en casos seleccionados”, explica García Gálvez. La Unidad de Suelo Pélvico también está dirigida a aquellos hombres que padezcan problemas de incontinencia urinaria tras un tratamiento oncológico, para ayudarles con ejercicios específicos y así evitar una cirugía que puede ser relativamente compleja.
Fuente: SINC
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