La práctica tradicional de restricción de alimentos y líquidos durante el trabajo departo no ofrece ningún beneficio, según una revisión en co autoría por una profesora asociada de la Uviversidad de Queens’s.
«Basados en nuestra revisión, no hay pruebas convincentes y actuales para apoyar a la restricción de líquidos, y tal vez de alimentos, para las mujeres durante el parto. Las mujeres deberían poder elegir por sí mismas,» dice la Dra. Joan Tranmer de Queen’s School of Nursing.
Los profesionales se han preocupado por la situación de comer y beber durante el trabajo de parto desde la década de 1940. La restricción se piensa para prevenir el síndrome de Mendelson (nombre de trabajo del Dr. Carl Mendelson), una rara, pero a veces mortal, enfermedad causada por la regurgitación de los contenidos ácidos del estómago en los pulmones cuando se administra un anestésico general.
«Con los avances médicos en los últimos 60 años, incluido el aumento de uso de la anestesia epidural, pensamos que era hora de cuestionar la prohibición generalizada de alimentos y bebidas, ahora que estamos en la década de 2000», dice la profesora Tranmer. «El uso de anestesia general durante la cesárea es baja. E incluso cuando se utilizan, las técnicas han mejorado desde la década de 1940, por lo que el riesgo de muerte materna o enfermedad es muy, muy bajo»
Existe una variación enorme en la práctica de la restricción de líquidos y alimentos a través de la configuración de natalidad (nacimientos en el hogar frente a los hospitales).
«La restricción de comida y líquidos puede ser estresante y desagradable para algunas mujeres embarazadas, especialmente para aquellas que están en trabajo de partodurante más de 12 horas y no pueden comer», añade laprofesora Tranmer, que está basada en el Centro de Investigación Clínica en Kingston Hospital General. «En vez de comer pedacitos de hielo, una merienda puede proporcionar algo de alimento, el confort y la energía que tanto necesitan.»
La revisión fue co-escrito por Mandissa Singata (Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica) y Gill Gyte (Universidad de Liverpool en el Reino Unido) fueron publicados por la Colaboración Cochrane, una organización independiente, de salud sin fines de lucro. Los autores examinaron los datos de cinco ensayos aleatorios que participaron 3.130 mujeres que estaban en trabajo de parto activo y con un bajo riesgo de que se requiera anestesia general.
Fuente: Eurekalert