Un compuesto molecular inyectado en el hígado de ratones consigue que estos animales quemen más grasa, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles que se publica en la revista Cell Metabolism. Este compuesto, denominado glicoxilato, consiste en dos enzimas metabólicas que se encuentran en bacterias y plantas pero no en mamíferos.
Los investigadores no sabían qué resultado obtendrían al colocar las enzimas de la bacteria E. coli en las células de un mamífero. De hecho, este compuesto de glicoxilato en realidad evita la oxidación completa de la grasa en los organismos en los que se encuentra de forma natural.
Descubrieron que las células de hígado humano que expresan las enzimas queman más grasa. De igual modo, el modelo en el que se inyectaba el compuesto resistía la obesidad a pesar de tomar una dieta alta en grasas.
Los autores siguieron estos efectos hasta los niveles más bajos del metabolismo de la grasa, el malonil-CoA. «Al alterar el sistema pudimos descubrir qué lo controlaba», añade Katrina Dipple, coautora del trabajo.
Los descubrimientos sugieren que el malonil-CoA podría ser una buena diana para las terapias dirigidas a promover la descomposición de la grasa. Aunque la administración de estos genes en humanos a través de terapia génica podría ser una opción algún día, Dipple remarca que no sugieren una estrategia de este tipo en el caso de la obesidad.
Fuente: Azprensa