Ocho vasos al día de líquidos es la recomendación de los expertos para la correcta hidratación de los más jóvenes, según se ha puesto de manifiesto en el Simposio Satélite ‘Hidratación y Salud en la población infantil y juvenil‘, celebrado en el transcurso del 58 Congreso de la Asociación Española de Pediatría que se celebra estos días en Zaragoza.
Según los expertos, las necesidades de agua varían en función de las condiciones ambientales, fisiológicas y de los diferentes momentos vitales, siendo la infancia y juventud dos de las etapas en las que hay que prestar mayor atención para mantener unos niveles óptimos de hidratación, informaron los organizadores del simposio en un comunicado.
Así, los bebés en periodo de lactancia, los niños y los jóvenes son los colectivos «más vulnerables» de sufrir deshidratación, ya que además de las necesidades fisiológicas propias de su edad, suelen llevar a cabo actividad y ejercicio físico de forma continuada, lo que hace que en su organismo aumente la pérdida de agua que debe reponerse.
La profesora titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, Isabel Polanco, ha señalado que el agua constituye el medio en el que se diluyen los líquidos corporales.
Además, posibilita el transporte de nutrientes a las células, así como de los productos de desecho desde éstas, ayuda a la digestión al diluir los nutrientes de los alimentos, y contribuye a regular la temperatura corporal.
En esta línea, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluis Serra, ha advertido de que una hidratación incorrecta está relacionada «con enfermedades dentales, estreñimiento, alteraciones del metabolismo proteico y lipídico».
Por su parte, la responsable de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de San Juan (Alicante), Mercedes Juste, ha precisado que «las características metabólicas y fisiológicas del metabolismo hidrosalino son bien distintas en el niño y adolescente que en el adulto», y que «las situaciones que pueden llevar a alteraciones del equilibrio entre agua y electrolitos son muy frecuentes».
Fuente: Azprensa
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