La profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada (UGR), Rocío García-Retamero, y el investigador del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano (Alemania), Jörg Rieskamp, han demostrado que las estrategias de razonamiento sencillas pueden ser tan precisas como las complejas, según aparece publicado en la revista ‘The Psychological Record’.
En el estudio, los expertos examinaron la tasa de acierto de dos tipos de estrategias prototípicas que utilizan las personas para tratar la información de la que no disponen y que, según señaló la profesora García-Romero», representan muy bien cómo se comporta el humano habitualmente», según informó en un comunicado SINC.
Por un lado, explicaron que la estrategia ‘take-the-best’ (TTB) consiste en seleccionar una pista, aquella que se considere más significativa para el propósito de cada uno. En el restaurante, por ejemplo, el método de cocción puede servir para distinguir entre una comida sana y una que no lo es. Si aún así, esta propiedad no permite discriminar, entonces se selecciona una segunda pista.
Con la estrategia ‘weighted additive’ (WADD), en cambio, se consideran muchas más pistas y se valora, además, la importancia de cada una de ellas. Así, el método de cocción junto con otras propiedades de la comida, como su origen o su contenido en nutrientes, se suman al razonamiento de inferencia.
Los autores explicaron que la distribución de la información que falta puede servir de ayuda y, con el ejemplo del restaurante, consideraron que esa información es igual para todos los platos (distribución uniforme), o que, al contrario, para los platos menos sanos esa información «oculta» es mayor (distribución condicionada).
A partir de estos criterios, los investigadores diseñaron diez problemas de inferencia, distintos en cuanto al número de objetos que considerar (entre 24 y 181), la cantidad de información no disponible (del 0 al 100 por cien), la distribución de esa información (uniforme o condicionada), y calcularon el porcentaje de acierto en cada caso.
Los resultados de este estudio revelaron que las distintas opciones de tratar lo que no se conoce y también los modos en que se distribuye la información «oculta» tienen el mismo impacto sobre las dos estrategias de inferencia. Según destacaron los autores del trabajo, se trata de un resultado «sorprendente», ya que «se podría pensar que usar una estrategia compensada como la WADD incrementa la probabilidad de acertar en las inferencias».
Sin embargo, tal y como apuntó la psicóloga, el resultado «se encuentra en la misma línea de los trabajos previos sobre la estrategia ‘take-the-best’, que demuestran que estrategias sencillas basadas en poca información pueden ser tan precisas como aquéllas que integran un número muy elevado de claves en nuestro entorno».
Fuente: Azprensa