Los niños con leucemia linfoblástica aguda con ciertas variantes genéticas pueden tener una respuesta diferente a los tratamientos contra el cáncer que otros pacientes, según un estudio del Hospital Infantil de Investigación Saint Jude en Memphis (Estados Unidos). El trabajo se publica en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Los investigadores, dirigidos por Jun J. Yang, realizaron un estudio para identificar los factores genéticos que podrían afectar a la respuesta al tratamiento en la LLA. Evaluaron polimorfismos de nucleótido único (SNPs) en relación a su asociación con la enfermedad residual mínima (ERM) al final de la quimioterapia inicial en dos grupos de un total de 487 niños con la enfermedad recién diagnosticada. Los pacientes fueron incluidos en el estudio entre 1994 y 2006 y el seguimiento final se hizo en este último año.
Los investigadores descubrieron que había 102 SNPs asociados con la enfermedad mínima residual en todos los grupos. De los 102 SNP, 21 estaban asociados con la recaída hematológica, y otros 21 con la utilización de los fármacos antileucémicos, sobre todo vinculando la erradicación de la enfermedad mínima residual con una mayor exposición a los medicamentos.
Los científicos descubrieron que una alta proporción de los SNPs, un 61,7 por ciento, también se asociaba con una respuesta precoz, el riesgo de recaída o la utilización de fármacos antileucémicos.
Según los autores, los resultados muestran que la variación genética heredada afecta a la eficacia de la terapia anticancerígena y que estos métodos pueden identificar nuevas variaciones farmacogenéticas. Concluyen que tales variaciones podrían intervenir en la decisión de tratamientos para superar esta variación genética.
Fuente: Azprensa