Los pulmones incorporan oxígeno en el cuerpo cuando se inhala y eliminan dióxido de carbono, un producto de desecho de las células del cuerpo, cuando se exhala. Cada pulmón tiene secciones denominadas lóbulos. El pulmón izquierdo tiene dos lóbulos. El pulmón derecho, que es levemente más grande, tiene tres lóbulos. Dos conductos llamados bronquios comunican la tráquea con los pulmones derecho e izquierdo. En algunas ocasiones, los bronquios se ven afectados por el cáncer de pulmón. El interior de los pulmones está compuesto por unos sacos diminutos de aire llamados alvéolos y unos tubos pequeños llamados bronquiolos.
La pleura, una membrana delgada, cubre la superficie exterior de cada pulmón y reviste el interior de la cavidad torácica. Esto crea una bolsa llamada cavidad pleural. Normalmente, la cavidad pleural contiene una pequeña cantidad de líquido que ayuda a que los pulmones se muevan sin tropiezos dentro del pecho cuando se respira.
Hay dos tipos principales de cáncer de pulmón: cáncer de pulmón de células no pequeñas y cáncer de pulmón de células pequeñas.
Cada tipo de cáncer de pulmón de células no pequeñas tiene diferentes clases de células cancerosas. Las células cancerosas de cada tipo crecen y se diseminan de diferentes maneras. Los tipos de cáncer de pulmón de células no pequeñas se denominan según las clases de células que se encuentran en el cáncer y la apariencia de las células bajo un microscopio:
• Carcinoma de células escamosas: cáncer que se origina en las células escamosas, que son células delgadas y planas que se asemejan a escamas de pescado. Se conoce también como carcinoma epidermoide.
• Carcinoma de células grandes: cáncer que puede originarse en varios tipos de células grandes.
• Adenocarcinoma: cáncer que se origina en las células que recubren los alvéolos y fabrican sustancias tales como el moco.
Otros tipos menos comunes de cáncer de pulmón de células no pequeñas son el tumor carcinoide pleomórfico, el carcinoma de la glándula salival y el carcinoma no clasificado.
Fumar cigarrillos o cigarros es la causa más común del cáncer de pulmón. Cuantos más años fuma una persona, mayor es el riesgo. Si una persona deja de fumar, el riesgo disminuye con los años, pero nunca desaparece completamente.
Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de una persona de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Los factores de riesgo para el cáncer de pulmón incluyen los siguientes:
• Fumar cigarrillos o cigarros, en la actualidad o en el pasado.
• Estar expuesto al humo de tabaco de segunda mano.
• Ser tratado con radioterapia aplicada a la mama o el pecho.
• Estar expuesto a asbestos, radón, cromo, arsénico, hollín o alquitrán.
• Vivir donde el aire está contaminado.
Cuando el tabaquismo se combina con otros factores de riesgo, aumenta el riesgo de contraer cáncer de pulmón.
Los signos posibles de cáncer de pulmón de células no pequeñas incluyen tos que no desaparece y falta de aliento.
A veces, el cáncer de pulmón no causa ningún síntoma y se encuentra durante una radiografía de tórax de rutina. Los síntomas pueden deberse al cáncer de pulmón o a otros trastornos. Se debe consultar con un médico si se presenta alguno de los siguientes problemas:
• Tos que no desaparece.
• Dificultad para respirar.
• Molestias en el pecho.
• Silbido respiratorio.
• Rayas de sangre en el esputo (moco que se expulsa de los pulmones).
• Ronquera.
• Pérdida de apetito.
• Pérdida de peso por razón desconocida.
• Mucho cansancio.
Por lo general, las pruebas para detectar, diagnosticar y estadificar el cáncer de pulmón de células no pequeñas se realizan al mismo tiempo. Se pueden usar las siguientes pruebas y procedimientos:
• Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar si existen signos generales de salud, incluido el control de signos de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. Se toma también la historia médica de los hábitos de salud del paciente, inclusive si fuma, trabajos anteriores, enfermedades y tratamientos.
• Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y los huesos dentro del tórax. Una radiografía es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película, con lo cual se crean imágenes del interior del cuerpo.
• Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como por ejemplo el tórax, desde ángulos diferentes.
• Citología del esputo: procedimiento durante el cual un patólogo observa una muestra de esputo (moco expulsado al toser) bajo un microscopio para verificar la presencia de células cancerosas.
• Biopsia del pulmón por aspiración con aguja fina: extracción remoción de una parte de una masa, tejido sospechoso o líquido del pulmón por medio de una aguja fina.
• Broncoscopia: procedimiento usado para observar el interior de la tráquea y las vías respiratorias mayores del pulmón y determinar si existen áreas anormales.
• Toracoscopia: procedimiento quirúrgico para observar si hay áreas anormales en los órganos internos del tórax. Se hace una incisión (corte) entre dos costillas y se inserta un toracoscopio (tubo delgado con luz) en el tórax. Se pueden extraer muestras de tejido y ganglios linfáticos para una biopsia. Se puede usar este procedimiento para extraer partes del esófago o el pulmón. Si no se puede llegar a ciertos tejidos u órganos, se puede hacer una toracotomía. En este procedimiento, se hace un corte más grande entre las costillas y se abre el pecho.
• Toracentesis: extracción del líquido que se encuentra en el espacio entre el revestimiento de la pared torácica y el pulmón mediante una aguja. Un patólogo analiza el líquido bajo un microscopio a fin de detectar células cancerosas.
El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
• El estadio del cáncer (el tamaño del tumor y si afecta el pulmón solamente o se ha diseminado a otras partes).
• El tipo de cáncer de pulmón.
• Si se manifiestan síntomas como tos o dificultad para respirar.
• El estado general de salud del paciente.
Fuente: National Cancer Institute, USA; www.azprensa.com