La Fibromialgia

Consideraciones Generales

La fibromialgia se refiere a un grupo de trastornos comunes reumáticos no articulares, caracterizados por dolor y rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante. No se han detectado alteraciones físicas en los puntos dolorosos, razón por la cual las hipótesis más actuales al respecto de su causa se dirigen hacia fenómenos de sensibilización a nivel central y mantenimiento del dolor por alteraciones en las respuestas de los neuromediadores.


Epidemiología (Datos Estadísticos)

Se sabe que esta enfermedad afecta más a mujeres que a hombres en una proporción de 9-10:1 y podría afectar a un 3% de la población general.

Etiología (Causas de la Enfermedad)

La fibromialgia puede estar causada o agravada por estrés físico o mental, traumatismo físico, exposición excesiva a humedad o frío, sueño deficiente o, padecer una enfermedad reumática. Aunque las causas aún no han sido bien aclaradas, algunas teorías apuntan hacia a una predisposición genética, destacando especialmente las investigaciones sobre el gen COMT y genes relacionados con la serotonina y la sustancia P.

En muchos casos, los pacientes con fibromialgia presentan bajos niveles de serotonina y triptófano (neurotransmisores encargados de la regulación del impulso nervioso), así como de elevados niveles de la sustancia P en el líquido cefalorraquídeo. También se ha hallado un bajo nivel de flujo sanguíneo a nivel de la región del tálamo del cerebro y, anormalidades en la función de las citocinas.

Dentro de las teorías actuales sobre la patogénesis de esta enfermedad se encuentran las alteraciones en la arquitectura del sueño (polisomnografía: caracterizadas por sueño fragmentado, disminución de las fases profundas del sueño no MOR, entre otras), alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso autónomo (disautonomía) y fenómenos de procesamiento anormal del dolor (sensibilización al dolor). Además, se han encontrado alteraciones ultraestructurales en biopsias de músculo, estudiadas al microscopio electrónico, en dichos pacientes.

Integrándose así teorías que abarcan las diferentes (y complejas) relaciones entre los mecanismos de sueño-vigilia (alteraciones del ritmo circadiano), el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, los centros de procesamiento de las vías del dolor (fenómenos de sensibilización central y periférica del dolor) y el sistema nervioso autónomo (alteraciones en el tono autonómico o simpático-vagal: hiperactividad simpática sostenida con hiporeactividad simpática ante el estrés). Este padecimiento es así considerado en un modelo integral, una enfermedad del sistema psico-neuro-inmuno-endócrino.

Existen descripciones de casos de fibromialgia en los que las manifestaciones clínicas coinciden con las de una infección viral, o bacteriana (por ej. la enfermedad de Lyme), afectación reumática e incluso con algún trastorno psicológico, sin embargo aún no se ha podido establecer una correlación bien definida.

Recientemente (may/05) nuevas investigaciones han comenzado a estudiar distintas áreas del cerebro con técnicas avanzadas de imagen y neurocirugía, una hipótesis fuertemente apoyada por la comunidad científica sugiere que la fibromialgia esta causa por un defecto interpretativo del sistema nervioso central que percibe de forma anormal las señales para el dolor.

Manifestaciones Clínicas (Signos y Síntomas)

La fibromialgia ocasiona dolor músculo-esquelético generalizado, debilitamiento intenso (adinamia) y hasta incapacitante (astenia); trastornos del sueño, alteraciones del ritmo intestinal, rigidez en las extremidades superiores o inferiores, y muy frecuentemente episodios depresivos acompañados de crisis de ansiedad.

Los sitios frecuentes en los cuales se presenta la fibromialgia incluyen la región lumbar(espalda baja), cuello, tórax y muslos. La alteración de los músculos se refiere a un calambre doloroso y localizado que en ocasiones se asocia con otros problemas (embarazo, por ejemplo). En algunos casos se observa espasmo muscular localizado.

Los trastornos del sueño son muy frecuentes en pacientes con dicha patología. Estos trastornos consisten básicamente en abundantes pesadillas, sueño no reparador que puede ser el causante de un trastorno conocido como hipersomnia diurna, y gran cantidad de descargas dolorosas en los músculos durante el sueño.

Otros síntomas adicionales pueden incluir incontinencia urinaria, dolor de cabeza, migrañas, movimientos periódicos anormales de las extremidades (movimientos paroxísticos), en especial de las piernas (síndrome de pierna de gatillo), dificultad de concentración y dificultad para recordar cosas (mala memoria); también es frecuente un aumento de la sensibilidad de táctil, escozor generalizado, resequedad de ojos y boca, zumbidos y campanilleos en los oídos (acúfenos), alteraciones de la visión (fosfenos) y algunos síntomas neurológicos de incoordinación motora. Se ha asociado al Síndrome de Raynaud como una manifestación clínica de rara presentación durante el curso de esta enfermedad.

Diagnóstico

Para diagnosticar la fibromialgia, el médico debe valorar la historia clínica del enfermo, así como los síntomas y la existencia de los denominados Puntos de Gatillo (Tender Points); existen un total de 18 puntos, y se considera que puede haber una fibromialgia cuando el paciente da positivo a 12 o más de ellos. Estos puntos se encuentran repartidos por todo el cuerpo: rodillas, hombros, cuello, glúteos, codos, cadera, etc. En todo caso, este criterio fue inicialmente adoptado como forma de «definición de caso», razón por la cual el diagnóstico requiere de una evaluación minuciosa por parte de un médico especializado en enfermedades reumáticas (reumatólogo).

No existen pruebas de laboratorio disponibles para realizar el diagnóstico de la fibromialgia.

La fibromialgia se confunde frecuentemente con otros padecimientos reumáticos diferentes como el Lupus Eritematoso, la Polimialgia Reumática o el Síndrome de Sjögren, por lo cual el diagnóstico diferencial es fundamental para el futuro del paciente, pues tanto el enfoque diagnóstico, como pronóstico e incluso terapéutico, son diferentes para cada padecimiento.

Tratamiento

Se trata de una enfermedad para la que no se conoce una cura total, aunque sí tratamientos sintomáticos. La situación, de manera inicial, se alivia con calor local, masajes y reposo, en casos más severos los tratamientos recomendados varían mucho según la condición del paciente. En general se recomienda un tratamiento interdisciplinario que contemple, soporte psicológico adaptado a las necesidades de cada paciente, evaluación y tratamiento de los trastornos del sueño, terapia analgésica con medios físicos y terapia farmacológica que inclueyen AINES (antiinflamatorios no esteroideos), dosis bajas de antidepresivos o benzodiacepinas. Otra alternativa para el tratamiento del dolor es el bloqueo anestésico de los puntos dolorosos o bien, la remisión del paciente a alguna clínica o unidad del dolor.

Pronóstico (Complicaciones y Secuelas)

Muy frecuentemente la enfermedad puede tomar un aspecto de cronicidad o recurrir en intervalos de intensidad variable. No hay pruebas de que esta enfermedad aumente el índice de mortalidad poblacional.

Fuente: www.wikipedia.org

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