La celulitis o dermatopaniculosis deformante comúnmente se conoce como el acumulo de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo, formando nódulos adiposos de grasa. Otros nombres para esta entidad son: Lipodistrofia ginecoide, Síndrome de Piel de Naranja. Se localiza en la piel y tejidos subcutáneos de los miembros inferiores, abdomen y región pélvica. Comienza a aparecer después de la pubertad.
Hay otro proceso llamado celulitis que aunque su nombre es igual no guarda relación con este proceso ya que se trata de una infección de la piel y tejidos bandos producida por distintos tipos de bacterias.
Es común que mujeres tras la pubertad muestren cierto grado de celulitis. Parece haber un componente hormonal en su presentación. Aunque es posible verla en hombres es muy poco frecuente en el sexo masculino. Es más común en mujeres de raza blanca, aunque se da en todas las razas.
Causas
Las causas son poco conocidas y varios cambios en el metabolismo y la fisiología pueden causar celulitis o contribuir a la misma. Entre estos están el desorden en el metabolismo del agua, hiperpolimerización anormal del tejido conectivo e insuficiencia venosa crónica.
Si bien es más común en el sobrepeso y factores dietarios contribuyen a su aparición puede aparecer en personas de peso normal o incluso inferior a lo normal.
Factores hormonales
Las hormonas juegan un rol dominante en la formación de celulitis. El estrógeno es la hormona más importante que parece iniciar y agravar la celulitis. Otras hormonas incluyen la insulina, catecolaminas, hormonas tiroideas, y prolactina han mostrado participar en el desarrollo de la celulitis. [1]
Factores predisponentes
Varios factores genéticos han mostrado ser necesarios para el desarrollo de celulitis. Un receptor hormonal alelo que determina el número de receptores, y sensibilidad, distribución de la grasa subcutanea, y predisposición a la insuficiencia circulatoria han mostrado contribuir a la celulitis. [1]
Dieta Se ha demostrado que la dieta afecta el desarrollo de celulitis. Excesiva cantidad de grasas, carbohidratos, sal, o escasa ingesta de fibras pueden contribuir al desarrollo de celulitis. [1]
Estilo de vida Fumar, vida sedentaria, con situaciones de estrés, dieta rica en grasas o estar de pie o sentado por tiempo prolongados en una misma posición, han mostrado correlación con la celulitis.
Fases evolutivas de la celulitis
Fase 1 Ectasia circulatoria: venosa, linfática y dilatación de vasos dérmicos. Edema intersticial periadipocitario.
Clínicamente: Pesadez de piernas, la zona celulítica se palpa espesa, infiltrada, menos elástica y más fría, comienza a verse a la presión la “piel de naranja”. Pueden aparecer algunas telangiectasias.
Fase 2 Exudativa: La dilatación vascular aumenta, sale suero desde los capilares hacia el tejido subcutáneo. El edema empuja a las fibras conjuntivas y filetes nerviosos. Hay hiperplasia e hipertrofia de fibras reticulares pericapilares y periadipocitarias.
Clínicamente: A los síntomas de la fase 1, se agrega dolor a la palpación de la zona celulítica. A la presión aparece la «piel de naranja». Aparecen Estrías y Várices, tendencia a la obesidad y lipodistrofia localizada. Esta fase ocurre comúnmente en mujeres en etapa fértil.
Fase 3 Proliferación Fibrosa: Las fibras de dermis e hipodermis sufren una degeneración del colágeno, se forman bloques amorfos que provocan aprisionamiento de los adipocitos llenos de triglicéridos. Se altera el metabolismo celular y se forman «micronódulos».
Clínicamente: “Piel de naranja espontánea”. La piel está fría, seca y con «pocitos». Varices superficiales y profundas. Artropatías dolorosas y Lipodistrofia localizada asociada a Estrías nacaradas y Flaccidez. Periodo Premenopáusico.
Fase 4 Fibrosis cicatrizal: La Progresiva compresión de vasos y nervios, produce alteración nutricional del tejido conjuntivo, sin alteración real del tejido adiposo que permanece normal en su constitución química. La unión de micronódulos forma el “macronódulo”.
Clínicamente: “Piel acolchonada o capitoné” que se ve a simple vista sin necesidad de presión (nódulos duros e indoloros). Periodo Post menopáusico.
Tratamiento e Importancia cosmética
Si bien no compromete la vida y es discutible de si se trata de una verdadera enfermedad, por razones estéticas, es algo que preocupa a algunas personas. La industria cosmética dice ofrecer remedios para acabar con la celulitis, pero no existe suplemento que haya probado su eficacia en hacerla desaparecer.
Numerosas tratamientos han sido propuestos para tratar la celulitis ninguno de ellos ha demostrado evidencia de ser más efectivo que otros y hay carencia de literatura científica y de trabajos bien formulados que avalen a alguna de estas terapias.
Se han utilizado y se utilizan cremas, masajes, compresión neumática, termoterapia, presoterapia, drenaje linfático, electrolipoforesis, iontoforesis, ultrasonido, drogas como centella asiática, el amino acido l-carnitina, pentoxifilina, ginko biloba o rutósidos. La liposucción, lipoescultura, son tratamientos quirúrgicos que también se han utilizado. La radiofrecuencia combinado con infrarrojos, es un tratamiento novedoso contra la celulitis, y esta nueva tecnología se llama ELOS, (Electro Optical Synergy) que habitualmente se combina con vacumterapia, y que deberá demostrar su efectividad en trabajos bien controlados.
La terapia más beneficiosa es controlar el estilo de vida, mejorar la dieta, el ejercicio físico, cesar en el hábito de fumar y otros hábitos tóxicos.
Fuente: [1] Ana Beatris R Rossi, André Luiz Vergnanini; Cellulite: a review, Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology; 14 (4), 251–262,(2000).
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