Las personas que roncan presentan mayores problemas cardiovasculares, según un estudio realizado por el área de Cardiología Preventiva en el Centro Cardiovascular del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (EE.UU.) y publicado en la edición de febrero de la revista Journal of the American College of Cardiology.
Así, la investigación demostró que cuando se trató a los pacientes con apnea obstructiva del sueño el riesgo de enfermedad cardiovascular bajo considerablemente, según explica el director de Cardiología Preventiva, el doctor Melvyn Rubenfire, para quien aún «es demasiado temprano para decir si el ronquido es un factor de riesgo independiente para la enfermedad cardiaca».
La apnea obstructiva produce una obstrucción de la parte posterior de la garganta, que ocasiona que en determinados momentos se deje de respirar durante la noche. Cuando se deja de respirar, los niveles de oxígeno bajan drásticamente y contribuyendo al aumento de la presión sanguínea e irregularidades en el ritmo cardiaco, lo cual aumenta el riesgo de infarto.
No siempre las personas que roncan sufren, necesariamente, la apnea obstructiva del seño, aunque «la vinculación es muy fuerte». Por este motivo, advierte de que, todo aquel que ronque fuerte, que se despierte sintiendo que no ha descansado lo suficiente, que tenga hipertensión, diabetes o exceso de peso, tiene propensión a sufrir trastornos de respiración durante el sueño o la apnea obstructiva del sueño.
Fuente: Azprensa