Efectos del cáncer colorrectal

¿Cuán común es el cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal (o cáncer de colon o recto) es la segunda causa de muerte relacionada con el cáncer en los Estados Unidos. Según la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), este año morirán 56,730 estadounidenses de cáncer colorrectal. El cáncer colorrectal es también uno de los tipos de cáncer que se diagnostica con más frecuencia en los Estados Unidos; en el 2004 se diagnosticarán aproximadamente 146,940 nuevos casos. El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más común tanto en hombres como en mujeres.

 

¿Quién está en peligro?

El riesgo de contraer cáncer colorrectal aumenta con la edad; más del 90% de los casos ocurren en personas de 50 años de edad o más. Entre los factores de riesgo se encuentran la enfermedad inflamatoria intestinal, antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal o pólipos colorrectales y ciertos síndromes hereditarios. Otros factores que pueden contribuir a elevar el riesgo de contraer cáncer colorrectal incluyen la falta de una rutina de ejercicios físicos, una dieta baja en frutas y vegetales, una dieta baja en fibras y alta en grasa, la obesidad, así como el consumo de alcohol y de tabaco.

Prevención y detección temprana: claves para reducir el número de muertes

La reducción del número de muertes por cáncer colorrectal depende de la detección y la eliminación de pólipos colorrectales precancerosos, así como de la detección y tratamiento del cáncer en sus fases iniciales. El cáncer colorrectal puede prevenirse mediante la eliminación de los pólipos o crecimientos precancerosos que pueden hallarse presentes en el colon por muchos años antes de que se forme el cáncer invasivo.

Se recomiendan cuatro exámenes de detección del cáncer colorrectal.

 


La prueba de sangre oculta en heces
(FOBT, por sus siglas en inglés), que identifica la presencia de sangre oculta en tres muestras consecutivas de heces. Un ensayo clínico realizado en los Estados Unidos señaló una reducción del 33% en las muertes por cáncer colorrectal y una reducción del 20% en la incidencia del cáncer colorrectal en las personas a las que se les había practicado una prueba FOBT anual. Ensayos en la población realizados en Europa han demostrado que la realización de las pruebas de detección cada dos años reduce el número de muertes por cáncer colorrectal entre el 15 y el 18%.

En los exámenes de sigmoidoscopia flexible, los médicos examinan visualmente las paredes del recto y parte del colon a través de un tubo hueco alumbrado, llamado sigmoidoscopio. En estudios de control de casos, se determinó que el número de muertes por cáncer colorrectal en el área de alcance del sigmoidoscopio fue de 59 a 79% más bajo entre las personas a quienes se les había practicado una sigmoidoscopia que entre aquellas a quienes no se le había hecho este examen.

En los exámenes de colonoscopia, los médicos examinan visualmente las paredes internas del recto y de todo el colon a través de un tubo hueco alumbrado llamado colonoscopio, el cual es más largo que el sigmoidoscopio. Durante este examen, pueden tomarse muestras de tejido o de células para realizar un examen más detallado o pueden extirparse los pólipos. Las colonoscopias pueden servir de exámenes de detección o como herramientas de seguimiento cuando otros exámenes de detección han arrojado resultados positivos.

El enema de bario de doble contraste consiste de una serie de radiografías del colon y del recto, tomadas después de que al paciente se le administra un enema que contiene un tinte de bario, seguido de una inyección de aire en el intestino grueso.

En otro procedimiento, conocido como examen digital del recto, el médico inserta en el recto un dedo recubierto con guante de plástico lubricado para palpar el área en busca de anomalías. Este examen no se recomienda como método de detección, pues examina sólo una zona limitada.

Exámenes de detección del cáncer colorrectal

Directrices actuales
Varias organizaciones científicas recomiendan que todos los adultos de 50 años de edad en adelante se realicen exámenes de detección con regularidad. A continuación se indican los procedimientos e intervalos de los exámenes de detección recomendados:
FOBT anual.
Sigmoidoscopia flexible cada 5 años.
Enema de bario de doble contraste cada 5 años.
Colonoscopia cada 10 años

Las personas más vulnerables deben comenzar a practicarse los exámenes de detección a menor edad y puede que necesiten practicarse los exámenes con más frecuencia. Un grupo diverso de organizaciones ha preparado y endosado colectivamente directrices detalladas en cuanto a los exámenes de detección del cáncer colorrectal. Entre dichas organizaciones se encuentran U.S. Preventive Services Task Force y otras instituciones federales, organizaciones voluntarias de salud y expertos de asociaciones y sociedades de profesionales médicos. Estas directrices hacen énfasis en el gran beneficio que para la salud significa la práctica de los exámenes de detección del cáncer colorrectal. Estos exámenes permiten hallar y extirpar los pólipos precancerosos y el cáncer, lo que impide la generación del cáncer o permite detectar la enfermedad en una etapa temprana y más fácil de tratar.

Fuente: www.cdc.gov

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