El Trastorno de Déficit de la Atención con Hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) es uno de los problemas más comunes de aprendizaje en la infancia. Afecta a unos dos millones de niños y adolescentes tan sólo en Estados Unidos.
Según el DSM-IV, entre el 3 y el 5 por ciento de los niños en edad escolar sufren de ADHD. Las causas de este trastorno aún se desconocen.
El ADHD está asociado con un funcionamiento alterado del cerebro y se caracteriza por la incapacidad de concentrarse en una labor específica y por un comportamiento hiperactivo y/o una falta pasiva de atención. A los afectados con ADHD se les dificulta aprender e interrelacionarse con otras personas, incluyendo los miembros de su familia.
Entre un 20 y un 40 por ciento de los adolescentes y adultos con ADHD usan drogas, hacen cosas muy peligrosas, actúan en forma impulsiva y en algunos casos se convierten en criminales. Los resultados de recientes investigaciones demuestran que más del 50 por ciento de los jóvenes con ADHD tienen problemas de conducta o de rebeldía.
Con un tratamiento adecuado y a tiempo, el ADHD puede ser controlado. Ciertas medicinas y la atención de especialistas en el comportamiento han logrado mejorar las condiciones de vida del 80 por ciento de la gente con ese trastorno, aunque la eficacia de estos tratamientos aún no ha sido evaluada en detalle.
Todavía hay muchas preguntas sin una respuesta definitiva sobre el ADHD. Por ejemplo:
¿Qué factores ambientales y biológicos determinan el impacto y la severidad del ADHD?
¿Cuáles son los costos social, económico y de salud asociados con el ADHD?
¿Cuál es el efecto a largo plazo de los tratamientos medicinales?
¿Qué impacto tiene el ADHD en la fuerza laboral, el sistema judicial, las escuelas y las familias?
¿Cuáles son los efectos que tienen estos tratamientos a largo plazo?
Fuente: www.cdc.gov