Una nueva investigación, publicada hoy en Current Medical Research and Opinion revela que más de las tres cuartas partes de los médicos (78%) encuentran que informar a las mujeres de que su cáncer ha reaparecido es tan difícil que lo consideran incluso peor que dar la devastadora noticia del diagnóstico original. Cuando el cáncer de mama reaparece, produce una carga emocional y física significativa sobre las pacientes y sus médicos. Para la mayoría de las mujeres, la recidiva significa que su cáncer, en última instancia, ya no es curable. Dar noticias tan dolorosas a una paciente y a su familia es especialmente difícil para los médicos y casi la mitad (44%) consideran que hablar de la recidiva es la parte más dura de su trabajo.
Proteger a las mujeres de las recidivas es la prioridad número uno para los médicos que tratan el cáncer de mama precoz con receptores hormonales positivos. Como el cáncer de mama suele reaparecer en los primeros 18 meses después del diagnóstico, recetar el tratamiento más eficaz, cuanto antes, para reducir al mínimo el riesgo de recidiva, es fundamental para salvar vidas. La mayoría de las mujeres que participaron en la investigación (83%) depositan su confianza en su médico y confían en que se les dará el mejor tratamiento disponible para mantenerlas libres de enfermedad. Sin embargo, si el cáncer reapareciera, el 41% de las pacientes admite que la confianza en su médico se reduciría.
Para que los médicos estén seguros de que están haciendo la mejor elección de tratamiento para las pacientes, la investigación demuestra que casi todos (91%) se basan en datos clínicos globales. Además de una sólida base de pruebas científicas, los médicos dicen que su experiencia con un tratamiento concreto es un factor clave para seleccionar el tratamiento más adecuado. El Dr. Mark Lansdown, especialista en cirugía del Reino Unido, comenta: “Los médicos que tratan el cáncer de mama tienen una relación de gran confianza con sus pacientes. Para proteger esa confianza, los médicos tienen que confiar en sus decisiones de tratamiento, que tienen un impacto directo en las vidas de las pacientes”.
Como fuente principal de información, para el 87% de las pacientes con cáncer de mama, es fundamental que los médicos se sientan respaldados, preparados y equipados para hablar con sus pacientes sobre los riesgos de recidiva y los medios más eficaces para prevenirla. Sin embargo, la experiencia sugiere que a las pacientes les puede resultar difícil asimilar esta información y se considera que las intervenciones para ayudar a los médicos a mejorar sus habilidades de comunicación y técnicas de manejo del estrés, mejorarían las consultas y llevarían a una asistencia de mejor calidad.
Fuente: Azprensa