La depresión y la ansiedad están asociadas con la obesidad y con hábitos poco sanos, como fumar, beber o llevar una vida sedentaria, según un estudio realizado por investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, con sede en Atlanta, publicado este mes en ‘General Hospital Psychiatry’.
Según explica la doctora Tara W.Strine, coordinadora del estudio, la depresión y la ansiedad son «condicionantes de salud mental bastante serios que carecen de tratamiento para afrontar su evolución hasta lo crónico». «Es importante tomarse la depresión y la ansiedad en serio y buscar tratamiento médico cuando sea necesario», aseveró.
La experta y su equipo analizaron los datos de unos 217.000 adultos estadounidenses que participaron durante 2006 en una gran encuesta telefónica que comprobó la prevalencia de las principales conductas en el campo de la salud, llamada Sistema de Vigilancia los Factores de Riesgo Conductual.
El 8,7 por ciento de los participantes reconoció estar deprimido en aquel momento, el 15,7 por ciento tenía un historial de depresión y 11,3 por ciento tuvo un episodios de ansiedad en algún momento.
Los resultados demostraron que los adultos que estaban deprimidos en ese momento o con diagnósticos anteriores de depresión eran un 60 por ciento más propensos de ser obesos y el doble de posibilidades de fumar que aquellos sin episodios de depresión.
Aquellos con ansiedad demostraron ser un 30 por ciento más propensos a sufrir obesidad y tener el doble de posibilidad de fumar que los que no tenían ansiedad.
Los pacientes con depresión y ansiedad además eran más propensos que el resto a llevar un estilo de vida sedentario y a cometer excesos con la comida o la bebida.
«Demostramos una relación directa entre la depresión severa y la prevalencia del hábito de fumar, la obesidad y la inactividad física y también entre el historial de depresión –que divide los pacientes en los que nunca se han deprimido, los que han estado deprimidos y los que ahora están en esa situación– y la prevalencia del tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y los excesos con la comida y la bebida», concluyó.
Fuente: Azprensa