Muchos mitos médicos como la necesidad de beber ocho vasos diarios de agua o que afeitar el cabello aumenta su fuerza y hace que crezca más rápido se mantienen a pesar de que son falsos o no se han probado por vías científicas, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) que se publica en la revista British Medical Journal.
Los investigadores seleccionaron siete creencias médicas mantenidas tanto por médicos como por personas de otros ámbitos de la población para su revisión crítica. Después buscaron evidencias para apoyar o refutar tales afirmaciones. Los autores del estudio tuvieron en cuentan la calidad de las evidencias y la falta de ellas para apoyar tales afirmaciones.
Los resultados muestran que todas estas creencias médicas o bien no se habían demostrado o eran falsas. Por ejemplo, descubrieron que no existían pruebas que establecieran la necesidad de beber ocho vasos de agua al día. En realidad, los estudios sugieren que el consumo adecuado de líquidos a menudo se consigue al tomar zumo, leche e incluso bebidas con cafeína.
Según los investigadores, la creencia de que sólo utilizamos el 10 por ciento de nuestro cerebro está refutado por los estudios en pacientes con daños cerebrales, que sugieren que el daño de casi cualquier área cerebral tiene efectos específicos y a largo plazo sobre las capacidades mentales, vegetativas y de conducta. Los estudios con imágenes cerebrales también muestran que ningún área del cerebro se encuentra inactiva por completo.
Otra de estas afirmaciones sin fundamento que incluyen los investigadores en su trabajo es que el pelo y las uñas continúan creciendo después de la muerte, lo que podría ser una ilusión óptica causada por la retracción de la piel que se produce después del fallecimiento. Los autores explican que el crecimiento real del pelo y las uñas requiere una compleja interacción de la regulación hormonal que no existe después de la muerte.
La ilusión óptica también podría ser responsable de la creencia de que el afeitado provoca que el pelo crezca más rápido, más oscuro y más fuerte. El pelo que crece después del afeitado no posee el estrechamiento del final del pelo no cortado, lo que da la impresión de grosor y fortaleza.
Por último, la opinión de los expertos es que leer con una luz débil no daña los ojos y que tampoco existen pruebas que apoyen la prohibición de teléfonos móviles en los hospitales debido a la interferencia electromagnética.
Los investigadores señalan que a pesar de su popularidad, estas creencias médicas no se apoyan en pruebas o son falsas y sugieren que los médicos deben evaluar de forma constante la validez de sus conocimientos.
Fuente:www.azprensa.com