La combinación de bevacizumab e interferón podría convertirse en un tratamiento de primera línea en cáncer renal

La combinación de los fármacos bevacizumab e interferón podría convertirse en un tratamiento de primera línea para los pacientes de cáncer renal, según un estudio del Instituto Gustave Roussy en Villejuif (Francia) que se publica en la revista The Lancet.

Los resultados del estudio muestran que este tratamiento combinado mejora la supervivencia libre de cáncer en los pacientes con carcinoma de células renales metastático en comparación con el interferón en solitario.

Según los investigadores, existen 120.000 casos nuevos de carcinoma de células renales en Europa y Estados Unidos cada año y un total de 60.000 muertes. Hasta hace poco, las opciones de tratamientos estándar para el carcinoma de células renales se limitaba a la inmunoterapia con interleuquina 2 o interferón, dos terapias con tasas de respuesta bajas y destacables efectos secundarios.


Los agentes dirigidos a la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) como el sunitinib y el temsirolimus han proporcionado más opciones de tratamiento y han mejorado la progresión de los pacientes. El bevacizumab, otro agente contra la angiogénesis, ha mostrado mejorar la progresión de la enfermedad, además de ser un fármaco con un buen perfil de seguridad.

Los investigadores, dirigidos por Bernard Escudier, realizaron un estudio en 649 pacientes con carcinoma de células renales metastático no tratados para determinar si el tratamiento de bevacizumab con interferón alfa mejoraba la eficacia en comparación con el interferón en solitario.

Un total de 325 pacientes recibieron el fármaco más interferón y 316 recibieron placebo más interferón. Según los autores, se produjeron 230 episodios de progresión de la enfermedad en el grupo de interferón más bevacizumab y 275 en el grupo control. Además, se produjeron 114 muertes en el grupo de bevacizumab e inteferón y 137 en el grupo control.

Los autores señalan que la supervivencia libre de enfermedad era significativamente más prolongada en el grupo que tomó la combinación de fármacos en comparación con el grupo control (10,2 frente a 5,4 meses). Además, el perfil de seguridad era consistente con observaciones previas y tres cuartas partes de los efectos secundarios eran controlables con terapias estándar.

Los autores concluyen que la combinación de fármacos es comparable con el tratamiento más activo y con un perfil de seguridad muy bueno, y que proporcionará nuevas opciones para los pacientes de cáncer renal. Según señalan, la disponibilidad de una variedad de agentes activos proporciona mayores opciones de tratamiento y posibilidad de ofrecer varias líneas terapéuticas y una mejor supervivencia.

Fuente:www.azprensa.com

Deja un comentario