Las mujeres con niveles elevados de presión sanguínea son tres veces más propensas a desarrollar diabetes que aquellas mujeres con niveles bajos, según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista European Heart Journal. Según los autores del trabajo, los especialistas deberían estar alerta frente a las relaciones entre presión sanguínea y diabetes tipo 2 para mejorar el control de los pacientes con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los investigadores siguieron durante diez años a más de 38.000 mujeres que trabajaban en el sistema de salud. Cuando el estudio comenzó en 1993 ninguna de estas mujeres padecían diabetes ni enfermedad cardiovascular. Las participantes fueron divididas en cuatro grupos según sus niveles de presión sanguínea (óptima, normal, alta, hipertensión). En 2004, al concluir el estudio, el 1,4; 2,9; 5,7 y 9,4 por ciento de estas mujeres en sus respectivos grupos habían desarrollado diabetes tipo 2.
Los científicos incluyeron entonces en el análisis aspectos como edad, etnia, historial de tabaquismo, consumo de alcohol, índice de masa corporal, ejercicio o antecedentes familiares de diabetes para eliminar los posibles sesgos en sus conclusiones. Los resultados mostraron que las mujeres con hipertensión tenían un riesgo tres veces mayor de desarrollar diabetes en comparación con aquellas con niveles de presión sanguínea óptimos.
Según explica David Conen, director del estudio, se pone de manifiesto que la asociación entre presión sanguínea y diabetes no se puede explicar atendiendo sólo al peso.
Los resultados también muestran que las mujeres que durante el seguimiento tuvieron en algún momento una subida de la presión sanguínea también tenían un mayor riesgo de desarrollar diabetes. Las mujeres cuya tensión ascendió pero se mantuvo normal tenían un aumento en el riesgo de un 26 por ciento en comparación con aquellas cuya presión sanguínea se mantuvo estable o descendió. Además, las mujeres que pasaron a tener hipertensión tuvieron un 64 por ciento más de riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los autores sugieren como posible mecanismo en la relación entre la presión sanguínea y la diabetes una disfunción de los procesos bioquímicos normales del endotelio de los vasos sanguíneos. Según Conen, esta alteración podría originar tanto la hipertensión como la diabetes.
El investigador concluye que los resultados son un dato de gran interés para especialistas y futuras guías médicas ya que los factores del riesgo cardiovascular no deben tenerse en cuenta por separado: será necesario tener en cuenta la combinación de todos los factores de riesgo para decidir el mejor tratamiento.
Fuente:www.azprensa.com