Un cambio en el tipo de grasa que acumula el hígado podría combatir los riesgos de diabetes en quienes sufren obesidad, según un estudio de la Universidad de Tsukuba en Ibaraki (Japón) que se publica en la edición digital de la revista Nature Medicine.
Los investigadores han descubierto que aunque el hígado graso predispone a la diabetes no todos los tipos de grasa son igual de perjudiciales. Los cambios en la composición de la grasa hepática podrían ayudar a los pacientes obesos que muestran resistencia a la insulina y no pueden perder peso.
El consumo excesivo de grasa conduce a la obesidad y sobrepasa la capacidad de almacenaje de células grasas, este extra de grasa se almacena en el hígado. El desarrollo de hígado graso puede dar lugar a resistencia a la insulina y un aumento en los niveles de glucosa, dos características de la diabetes.
Los investigadores, dirigidos por Hitoshi Shimano, crearon una cepa de animales de laboratorio que carecían de Elovl6, una enzima que aumenta la longitud de las cadenas de carbono de los ácidos grasos, produciendo un cambio en la composición de la grasa del hígado de estos animales mutantes, en los que ácidos grasos más cortos predominaban sobre los de cadenas más largas.
Según los científicos, si seguían una dieta alta en grasas, estos ratones se volvían obesos y desarrollaban hígado graso como los ratones normales pero su sensibilidad a la insulina y sus niveles de azúcar no se veían afectados.
Los niveles totales de grasa en el hígado no parecen así ser perjudiciales para mantener los niveles de glucosa normales. En vez de ello, los tipos de grasa presentes parecen ser un factor más importante y las moléculas de grasa más cortas más sanas que las largas.
Según los investigadores, de confirmarse el descubrimiento en humanos, la utilización de Elovl6 como diana terapéutica podría ayudar a los pacientes obesos resistentes a la insulina e incapaces de perder peso.
Fuente:www.azprensa.com