Más del 60 por ciento de las mujeres afectadas de migra-ñas padecen migrañas menstruales, que ocurren en un momento del ciclo menstrual en el que bajan tanto los niveles de estrógenos como de progesterona, según datos pre-sentados en el marco del 13º Congreso de la Sociedad Internacional de Cefaleas
La menstruación es citada frecuentemente como un factor desencadenante de las mi-grañas en las mujeres y en algunas de ellas la migraña menstrual es más grave, al du-rar más, ser más discapacitante y posiblemente ser más resistente al tratamiento.
Según expertos, la caída de los niveles de estrógenos puede actuar como desencade-nante de la aparición de la migraña. En comparación con otros momentos del ciclo menstrual, durante los tres primeros días de la menstruación existen el triple de posibili-dades de que una migraña sea severa, y el doble de que aparezca.
Según las directrices revisadas de la Clasificación Internacional de Cefaleas (ICHD-II), establecidas por el IHS para investigación, se describen dos subtipos de migraña mens-trual: migraña menstrual pura (PMM), en la que los ataques aparecen exclusivamente con la menstruación y en ningún otro momento del ciclo, y migraña relacionada con la menstruación (MRM), en la que los ataques aparecen con la menstruación, además de en otros momentos del ciclo.
Patología discapacitante
La migraña es la 19º causa mundial en cuanto a años vividos con discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud. Según la Encuesta PALM -con datos del INE-, el coste laboral estimado de la migraña (ambos sexos), teniendo en cuenta el absentismo y pérdida de productividad, es de aproximadamente 1.838 millones de euros al año.
Esta patología suele ser tres veces más frecuente en mujeres que en hombres, afectando predominantemente a la población en edad laboral (de 25 a 55 años). Las consecuencias de la migraña se pueden medir tanto en función de la pérdida de calidad de vida, como por la disminución de días de trabajo remunerado y pérdida de productividad.
Los ataques de migraña graves provocan efectos negativos sobre la actividad funcional y la calidad de vida, incluyendo aspectos físicos, emocionales y sociales de la vida diaria, tales como las relaciones familiares, laborales y sociales.
Según estimaciones económicas, se calcula que el coste de la migraña, en función de su discapacidad, hospitalización, visitas a urgencias y absentismo laboral, oscila entre 6.000 y 17.000 millones de dólares anuales sólo en Estados Unidos.
Fuente:www.azprensa.com