Cada año en el mundo se diagnostican alrededor de 500.000 nuevos casos de herpes genital, constituyendo una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuente y contagiosa que existe. Uno de sus principales problemas es que “su escasa sintomatología hace que pase desapercibido”.
Para los ginecólogos, la prevención y manejo de este tipo de infecciones resulta clave. El motivo radica en que a pesar de que el paciente acude al especialista como consecuencia de los molestos síntomas locales que supone el virus del Herpes Simple (VHS-1 y VHS-2), esta patología está directamente relacionada con otras situaciones de importancia clínica, como el cáncer de cuello de útero —especialmente en combinación con el virus del papiloma humano (VPH)— o en las mujeres embarazadas, por la amenaza que supone para el bebé la presencia del VHS en los genitales o canal del parto.
Escasa prevención
Los ginecólogos opinan que el herpes genital es una patología poco conocida por la población general y “cargada de ideas erróneas que dificultan su prevención y tratamiento, por lo que se hace muy necesario informar y formar adecuadamente para obtener mayores beneficios de los conocimientos y medios que tenemos para combatirlo”, como explica el doctor Juan Ballesteros, dermatólogo, especialista y magister universitario en Enfermedades de Transmisión Sexual, y uno de los autores del Programa de Formación Continuada en Herpes Genital, desarrollado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), en colaboración con Novartis. A dicho programa se puede acceder a través de la web: www.prodrugmultimedia.com/herpes
Hasta ahora la patología de transmisión sexual que “mayor protagonismo ha tenido es el virus del papiloma humano”, señala el doctor Javier Haya, ginecólogo del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Santa Cristina (Madrid) y presidente del Grupo para el Estudio de la Mujer de Madrid (GEMMA). Este escaso protagonismo del herpes genital ha provocado que exista una “prevención escasa de la infección de este tipo de herpes -en opinión del doctor Haya- excepto la recomendación genérica de utilización del preservativo”.
Además, tal y como señala el Profesor Rafael Comino, catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Cádiz, Jefe de Servicio del Hospital Universitario de Puerto Real (Cádiz) y coordinador del curso, “en el 20-40 por ciento de los casos de las personas infectadas se producen recidivas”. No obstante, las pautas de tratamiento han mejorado en los últimos años con el desarrollo de nuevos antivíricos.
El control del virus se basa en la “prevención del contagio”, recuerda el doctor Haya. Y es que una vez adquirido el virus es imposible la erradicación definitiva de éste, si bien puede no manifestarse clínicamente. En este sentido, “medidas como la aplicación rutinaria del preservativo, que evita la transmisión del virus en un alto porcentaje de casos, deberían ser recomendadas, especialmente en la población joven, en la que es más frecuente el desarrollo de contactos sexuales aleatorios, es decir, con parejas sexuales no conocidas”.
Además, “sabemos que es una infección que sólo conoce que la padece el 25 por ciento de las personas que la presentan. Cuando un paciente sabe que está infectado por el VHS en región anogenital, aplica más y mejor las medidas preventivas y accede a tratamientos adecuados, por lo que es mucho menor el riesgo de transmisión de este virus a su/s pareja/s sexuales”, indica el doctor Ballesteros.
No obstante, además, deben darse dos factores fundamentales: “una concienciación de la sociedad y de los profesionales -ginecólogos fundamentalmente- de la importancia clínica de esta patología”, afirma, por su parte, el doctor Comino.
De esta manera, el doctor Haya concluye alertando de la necesidad de que “las entidades públicas y las Sociedades Científicas hagan campañas de formación para la población, una línea en la que trabaja la SEGO”.
Fuente:www.azprensa.com