Realizado con éxito el primer trasplante de tejido ovárico entre hermanas no idénticas

La revista Human Reproduction ha publicado los resultados del primer trasplante con éxito, del tejido de ovarios entre hermanas no idénticas, realizado por un grupo de especialistas del departamento de Ginecología de la Universidad Católica de Louvain en Bruselas (Bélgica).


Los expertos afirman que el trasplante ha logrado restablecer el funcionamiento de los ovarios de la paciente y, un año después de que sus reglas volvieran, ha sido posible recuperar sus ovarios, dos ovocitos maduros, los cuales han sido fertilizados y convertidos en embriones. 

Teresa Álvaro a los 20 años, como consecuencia de un trastorno hereditario de la sangre, conocido como betatalasemia, pasó por un tratamiento de quimioterapia y radioterapia que afectó sus ovarios provocando que éstos no recuperaran su funcionamiento. 

15 años después y recuperada de la enfermedad, Teresa consultó la posibilidad de recibir un trasplante de tejido ovárico de su hermana Sandra, tres años menor, pues deseaba ser madre. 

El Dr. Jacques Dones tras analizar los niveles de compatibilidad constató que a pesar de sus diferencias genéticas, las células de ambas hermanas podían coexistir juntas sin necesidad de pasar por un tratamiento inmunosupresor que evitara el rechazo del tejido ovárico trasplantado. Dicho trasplante de médula se realizó en 1990, que el sistema inmune de Teresa reconociera el tejido ovárico de Sandra, como propio y por tanto, dejaba de ser un objetivo a atacar. 

Posteriormente en el 2006 las hermanas pasaron juntas por una intervención en la que los médicos extrajeron tres pequeños segmentos de tejido ovárico de Sandra y se lo implantaron en menos de un minuto a Teresa. La paciente comenzó a tener reglas después de seis meses, así como diferencias en los niveles hormonales, lo que confirmaba el éxito de la intervención y el correcto funcionamiento de los ovarios de Teresa.

Un año después del trasplante los especialistas lograron obtener dos ovocitos maduros de sus ovarios y fertilizarlos con el esperma de su marido; sin embargo, ninguno de éstos logró superar las fases de desarrollo necesarias para ser implantado en el útero. Dones explica desconocer la razón de tal estancamiento, no obstante señala que es algo que puede suceder también en los ciclos normales de reproducción asistida. 

Pesa a los resultados Dones resalta la esperanza que intervenciones como éstas proporcionan a aquellas mujeres que no pudieron congelar sus óvulos o tejido ovárico. Además, esta posibilidad subraya la importancia de preservar al menos un ovario durante cualquier tipo de tratamiento ya que podría realizarse un trasplante de tejido posterior; ya que según el especialista este procedimiento podría realizarse entre dos mujeres sin parentesco si existe compatibilidad y, si la donante hubiera donado con anterioridad médula ósea a la mujer que recibiera el trasplante ovárico, como en el caso relatado de las dos hermanas.

Fuente:www.azprensa.com

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