El consumo a largo plazo de aspirina previene el cáncer colorrectal hasta en un 74 por ciento, según un estudio de la Universidad de Oxford que se publica en una edición especial de la revista The Lancet sobre gastroenterología.
Los investigadores determinaron el efecto de la aspirina a través del seguimiento de dos grandes ensayos sobre este fármaco realizados a finales de los años 70 e inicios de los 80 en Reino Unido. Los autores estaban interesados en el estudio de los efectos a largo plazo de la aspirina sobre el cáncer colorrectal ya que los adenomas tardan al menos diez años en convertirse en cáncer.
El estudio mostró que el uso de aspirina durante cinco años reducía la posterior incidencia de cáncer colorrectal un 37 por ciento de forma global, y en un 74 por ciento durante el periodo de entre los 10 y 15 años siguientes al inicio del tratamiento.
Los autores del trabajo acentúan que los posibles riesgos del consumo a largo plazo de aspirina a estas dosis, unos 300 miligramos diarios, y la existencia de medidas de prevención alternativas indican que el uso extendido de la aspirina para la prevención del cáncer no es recomendable para la población general. Sin embargo, los beneficios parecen superar los riesgos en el caso de personas con un riesgo elevado de cáncer de colon.
En un análisis de estudios observacionales que acompaña a los resultados del estudio, el riesgo de cáncer colorrectal también parecía reducirse entre el 50 y el 70 por ciento en pacientes que tomaron dosis medias y altas de aspirina durante 10 años o más. Este análisis también mostró que los efectos de la aspirina eran consistentes sin importar la edad, sexo, raza o país de origen de los pacientes, aspectos que afectan a la tasa general de este tipo de cáncer. Además, este efecto se observó también en personas con antecedentes familiares de cáncer colorrectal en familiares de primer grado, lo que aumenta el riesgo de adquirir la enfermedad entre dos y cuatro veces.
Los autores concluyen que el consumo de 300 miligramos o más de aspirina al día durante unos cinco años es eficaz para la prevención primaria del cáncer colorrectal, con una latencia de unos 10 años, algo que resulta coherente con los descubrimientos realizados en los estudios observacionales.
Fuente:www.azprensa.com