Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto que un componente vegetal, conocido como harmina, combate la diabetes y no posee los efectos secundarios de los fármacos actuales utilizados para tratar la enfermedad. La investigación, se publica en la revista Cell Metabolism.
La harmina, un componente alcaloide que se aisló a partir de plantas hace más de 150 años, se incluye en preparaciones rituales y medicinales de todo el mundo y posee efectos sobre el sistema nervioso central que podrían impedir su uso. Sin embargo, los investigadores señalan que es posible separar los efectos sobre el sistema nervioso y el metabólico a través de la «manipulación» de su estructura química.
A pesar de la eficacia de los fármacos actuales para la diabetes asociada a la obesidad, denominados tiazolidinedionas o TZD, éstos poseen efectos secundarios como retención de líquidos, aumento de peso, insuficiencia cardiaca, toxicidad hepática y posibles riesgos de cáncer.
Los investigadores analizaron 500 componentes bioactivos que pudieran funcionar como lo hacen los TZD, restableciendo la sensibilidad a la insulina al activar un promotor central de la producción del tejido graso denominado PPAR (receptor activador de la proliferación del peroxisoma), pero a través de un mecanismo distinto. En este análisis, los investigadores descubrieron que la harmina tenía tal efecto sobre las células de grasa.
Estudios posteriores sobre los efectos de la harmina en modelos experimentales descubrieron que el componente aumenta la sensibilidad a la insulina de una forma similar a los fármacos contra la diabetes. En vez de activar de forma directa el PPAR, la harmina bloquea un mecanismo que suele inhibir la producción de células de grasa.
Según los investigadores, la actividad biológica de la harmina y los TZD subraya el hecho de que los vínculos entre tejido graso y resistencia a la insulina son complejos y probablemente no sólo suponen cambios en la diferenciación del tejido graso y el número de células sino también en el funcionamiento de las células de grasa.
Fuente:www.azprensa.com