Un reciente ensayo, basado en diversas investigaciones que demuestran que los problemas sexuales podrían tener como consecuencia graves enfermedades como afecciones cardiacas o depresión entre otros males, concluye que os médicos deberían preguntar a sus pacientes acerca de sus actividades sexuales.
The Lancet publicó recientemente un ensayo que, elaborado a partir de investigaciones dirigidas por la doctora Rosemary Basson, del Centro de Medicina Sexual en Vancouver, Columbia Británica, determinó que muchos problemas sexuales son indicios de enfermedades inminentes.
La experta explicó que «el sexo es una parte legítima de la medicina, pero ha sido mantenido separado en buena parte del resto de la medicina». La doctora y el coautor del trabajo, el doctor Willibrord Weijmar Schultz, del Centro Médico de la Universidad de Groningen, en Holanda, examinaron numerosos bancos de datos buscando problemas sexuales en combinación con otras enfermedades, como fallos cardíacas, diabetes, depresión, esclerosis en placa y Parkinson. «Si un hombre tiene problemas de erección, ésa puede ser la punta del iceberg», explicó el doctor Andrew McCullough, experto en salud sexual del Centro Médico de la Universidad de Nueva York.
Cada vez más, se aconseja a los médicos tomar la iniciativa para consultar a pacientes sobre sus actividades sexuales, algo que hasta ahora era tarea de los psicoanalistas. Entre las preguntas básicas figuran con quiénes se acuestan los pacientes, con qué frecuencia, y si realizan actividades que podrían ser peligrosas
Los pacientes «no van a ofrecer ese tipo de información a menos que se les pregunte de manera específica», explicó el director de la división de enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad Johns Hopkins en Bayview, el doctor Jonathan Zenilman, que no participó en el estudio.
Lo que los pacientes no advierten, dicen los médicos, es que los problemas sexuales son en ocasiones síntomas de algo más serio. Por ejemplo, hombres con problemas de erección podrían correr peligro de alguna enfermedad grave.
Sin embargo, en las mujeres es más difícil detectar problemas sexuales. «Las mujeres, obviamente, no exhiben señales físicas de problemas sexuales como en el caso de los hombres», dijo Basson. Pero si una mujer no tiene deseos sexuales, eso indicaría una depresión subyacente en hasta un 26 por ciento de los casos. Y ese desinterés sexual, si se suma a otros síntomas, podría indicar afecciones hormonales, problemas renales, diabetes u otras enfermedades crónicas, indicó Basson.
Fuente:www.azprensa.com