Con el fin de eludir posibles alarmas, la Sociedad Española de Contracepción (SEC) lanzó la semana pasada un comunicado en el que dejaba claro que, “de acuerdo a las evidencias médicas disponibles hasta la fecha”, no existe una mayor tasa de patología cardiovascular entre las usuarias de parches transdérmicos de anticoncepción hormonal. Esta nota venía a colación de la advertencia emitida por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) sobre los mayores niveles estrogénicos existentes en este método anticonceptivo.
Si bien en este caso, y como explica el presidente de la SEC, Ezequiel Pérez Campos, el parche comercializado en Estados Unidos (Ortho-Evra, con 750 mcg de etinilestradiol -EE-), no tiene correspondencia con el que se vende en Europa, de 600 mcg, cuya exposición estrogénica es equivalente a la de una píldora con 35 mcg de EE —“no existe equivalencia entre una y otra y, por lo tanto, no se pueden extraer las mismas conclusiones”, asegura—, la reciente incorporación de nuevos métodos contraceptivos de tipo hormonal, además de ampliar el abanico de opciones de elección, abre también el debate sobre a la idoneidad y seguridad de cada uno de ellos.
Además del parche, la píldora y el anillo vaginal vienen a completar la oferta de la anticoncepción hormonal combinada. Un estudio de la SEC, realizado con 10.000 mujeres y 500 médicos de toda España, en el que se ofrecían los tres métodos de forma uniforme, puso de relieve que cuando se daba una información objetiva y completa la decisión de las mujeres se equilibra mucho, cambiando la elección habitual del mercado, en el que tiene mucha más presencia la píldora. Así, más de las que cabía esperar elegían sobre todo el parche o el anillo.
La realidad es que el cambio de hábitos entre las españolas ya es un hecho y, desde 1979, año en el que se legalizó el empleo de la píldora, los nuevos métodos aparecidos en el siglo XXI han ido cobrando importancia. “Los ginecólogos tenemos mucha influencia en la decisión final de la mujer pero las recomendaciones desde los organismos internacionales son que, a igualdad de circunstancias médicas, sea la mujer la que decida si utilizar un método u otro”, dice Pérez Campos. “En esta situación, la obligación de los facultativos es dar la información completa y respetar la decisión de la mujer lo más posible”, añade.
De hecho, tal y como recoge la “Conferencia de consenso del uso clínico de la anticoncepción hormonal de Aranjuez”, de noviembre de 2005, tras una revisión bibliográfica exhaustiva con seguimiento de todo lo publicado en los últimos años, no existen grandes diferencias en cuanto a las indicaciones, contraindicaciones y seguridad de los tres métodos. La principal diferencia que se puede encontrar está fundamentalmente en la vía de administración “que puede resultar más cómoda para según qué mujeres y en según qué circunstancias”, apunta el presidente de la SEC.
En cualquier caso, y como puso de manifiesto una reciente encuesta sobre la Actitud Anticonceptiva de las Europeas, realizada a más de 11.000 mujeres de entre 15 y 49 años de 14 países, las españolas están todavía por debajo de la media europea con respecto al uso de la píldora (el preservativo continúa siendo el método anticonceptivo número uno en nuestro país).
El anillo vence a la píldora
En general, una de cada tres mujeres europeas utiliza la píldora como método anticonceptivo, frente al 18 por ciento en España; si bien otro estudio, esta vez realizado a 6.676 mujeres con edades comprendidas entre los 16 y los 30 años, confirmó que hasta el 19 por ciento de las mujeres realiza el tratamiento de forma incorrecta.
Por el contrario, el anillo vaginal tiene una gran demanda. Tanta que las mujeres españolas se sitúan a la cabeza del mundo en la utilización del anillo anticonceptivo, con el 11,18 por ciento del total mundial.
Seasonal planteará el debate de los beneficios de la menstruación
El próximo año el escaparate de anticonceptivos hormonales aumentará con la probable comercialización de una nueva píldora, Seasonal, que reduce el número de menstruaciones a cuatro, una por cada estación. De venta ya en EEUU, entre sus ventajas destaca el hecho de que se evita la menstruación, y sobre todo las mujeres que tienen sintomatología asociada a ésta, como dolor premenstrual, hinchazón o alteraciones del carácter, pueden ver mejorada su calidad de vida. Como augura Pérez Campos, “seguro que va a haber un debate muy interesante en España sobre la función que tiene la regla, su necesidad y la trascendencia que tiene en la vida de las mujeres. Seguro que se va a plantear un debate de mucho calado y muy interesante”.
Fuente: AZprensa.com