Las terapias sustitutivas de la nicotina podrían elevar el riesgo de mortalidad en fumadores ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), según un estudio del Colegio de Medicina de la Clínica Mayo que se ha hecho público durante la asamblea anual del Colegio Americano de Especialistas Torácicos que se celebra estos días en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos).
Los investigadores descubrieron que los fumadores que ingresaban en las unidades de cuidados intensivos (UCI) que recibían una terapia de reemplazo de nicotina durante su estancia tenían un mayor riesgo de mortalidad que los fumadores que no recibían tal tratamiento.
Según explica Amy Lee, autora principal del estudio, debido al desarrollo de síntomas de abstinencia a la nicotina que empeoran el progreso del paciente en ocasiones se emplean terapias sustitutivas de la nicotina en la UCI para evitar tales síntomas.
Lee señala que los efectos hemodinámicas de la nicotina podrían conducir a un aumento de la tasa cardiaca, la presión sanguínea arterial sistémica, y el estrangulamiento de las arterias coronarias. Aunque estos efectos adversos de la terapia no han mostrado empeorar el pronóstico de voluntarios sanos y pacientes con enfermedad arterial coronaria estable, podrían ser perjudiciales en pacientes en estado crítico, señala.
Los científicos examinaron la seguridad de la terapia sustitutiva de la nicotina en la UCI a través de la revisión de los registros médicos de 112 pacientes admitidos en estas unidades que recibieron estos tratamientos durante su estancia. Los investigadores compararon los resultados de los pacientes entre el grupo que tomaba terapia de reemplazo y el grupo control.
Los resultados muestran que entre los pacientes que recibieron la terapia se produjeron 18 muertes (16,1 por ciento) frente a las 3 muertes (2,7 por ciento) que se dieron en el grupo control. Además, cuando los investigadores controlaron la gravedad de la enfermedad, la terapia de reemplazo de la nicotina mostró ser un factor de riesgo independiente de la mortalidad.
Según los investigadores, aunque la administración de estas terapias sustitutivas de la nicotina no es una práctica estándar, algunas unidades de cuidados intensivos poseen protocolos dirigidos a proporcionar tales terapias a los fumadores en activo.
Fuente: Azprensa