Científicos de Estados Unidos, Centroamérica y el Cono Sur unidos para solucionar el Mal de Chagas

Científicos de Costa Rica, Uruguay, Argentina, Chile y Estados Unidos llevan más de diez años trabajando juntos para lograr una cura para el mal de Chagas, más conocido como la enfermedad de los pobres.

El proyecto se llama «Chagaspace«. En la parte del proyecto correspondiente al país centroamericano se centra en la responsabilidad de encontrar plantas y hongos que ayuden a destruir al parásito causante de esta enfermedad, conocido como Trypanosoma cruzi.

Los organismos costarricenses que intervienen son dos de los centros especializados en climas tropicales más prestigios del mundo. Se trata de la Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (EARTH) y el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio). Estas dos instituciones buscan un posible compuesto de plantas para un futuro medicamento.

Además participan científicos de la Universidad Nacional de Costa Rica(UNA), donde se aplican pruebas clínicas a ratones para verificar la efectividad de los compuestos.

Según informó Bert Kohlmann al diario La Nación, coordinador de la Unidad de Investigación de la EARTH, se estudia un tratamiento «que sea efectivo tanto en la etapa de inicio (de la enfermedad) como en la crónica». Al mismo tiempo, dijo, se busca que el futuro medicamento tenga un coste asequible para los enfermos puesto que en su mayoría son pobres.

Para evitar la diseminación de la enfermedad y sus consecuencias en el corazón, se hicieron experimentos hace varios años en la Estación Espacial Internacional (EEI). Las pruebas no se han vuelto a hacer pues los últimos vuelos del trasbordador se han dedicado a revisar los procesos de seguridad de la estación. En la actualidad, dijo Kohlmann, se están buscando más fondos para continuar con el proyecto.

En el país centroamericano unas 36.000 familias viven en los suburbios, conocidos en el país con el nombre de precarios. Todos ellos tienen un alto riesgo de contagiar la enfermedad de Chagas, causada por un parásito que anida en el corazón y daña el músculo cardíaco.

Este parásito se llama Trypanosoma cruzi y es transmitido por un chinche de escasos dos centímetros. El animal anida en ambientes llenos de desechos y cúmulos de materiales viejos. Aunque la enfermedad registra una baja incidencia en el país (apenas un caso agudo al año), los especialistas ya han encontrado cientos de estos insectos en el deprimido barrio ubicado bajo el puente Los Anonos, en San Rafael de Escazú, a escasos cinco minutos del centro de San José. En este barrio desde 2003 se ha detectado la enfermedad a diez vecinos.

La coordinadora del Centro Nacional de Referencia de Parasitología, en el Institituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), Nidia Calvo, advirtió a La Nación de que la amenaza de propagación de la enfermedad es más alta en los tugurios.

Calvo considera que las poblaciones que habitan en estas zonas tienen un altísimo riesgo pues viven sin las condiciones de saneamiento ambiental básicas para frenar la reproducción del chinche.

Conocido como «el mal de los pobres», la enfermedad de Chagas se transmite a través de las heces infectadas del chinche. El parásito entra a la sangre y es capaz de llegar al corazón, anidar allí y dañar la fibra del músculo cardíaco. Esto produce graves problemas para bombear la sangre en el largo plazo (miocardiopatías).

Se calcula que del total de infectados, entre el 1 por ciento y el 3 por ciento desarrolla cuadros agudos. El 30 por ciento presenta cuadros crónicos, cuyas manifestaciones severas se notan con el paso de los años a nivel cardíaco.

Entre los principales requerimientos para evitar que aparezcan más casos está la aprobación de un protocolo de vigilancia y asegurar un abastecimiento mínimo de medicinas para los casos agudos. La ministra de Salud de Costa Rica, María Luisa Ávila, dijo que se está en proceso de revisar, actualizar y adaptar el nuevo protocolo de vigilancia de esta enfermedad. Una investigación reciente del Inciensa, UCR y cardiología del hospital México con 78 enfermos cardíacos, lo encontró en el 6,4 por ciento de los casos.

Fuente: AZprensa

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