La Organización Mundial de la Salud ha animado a los países en desarrollo, especialmente a los africanos, a usar el pesticida DDT para hacer frente a la malaria. La recomendación tiene salvedades, ya que este producto está prohibido desde hace tiempo en países como Estados Unidos por su gran impacto en el medio ambiente.
La OMS recomienda a estos países que rocíen las paredes internas de las viviendas humildes con DDT para matar a los mosquitos que puedan acechar al anochecer. La organización internacional recomienda el uso de insecticidas en los hogares, ya que considera que, si su uso es el adecuado, se trata de productos seguros: “Una de las mejores herramientas contra la malaria es el rocío residual del interior de la casa. De la docena de insecticidas aprobados por la OMS para su uso en el hogar, el más efectivo es el DDT”, explicó el encargado de la lucha contra esta enfermedad de la institución, Arata Kochi.
El DDT fue prohibido en Estados Unidos en 1972 después de que el abuso en su utilización en el sector agrícola provocara perjuicios medioambientales en todo el mundo. Otros países se sumaron a esta prohibición. Sin embargo, en 2001, un tratado de la ONU, que tiene por objetivo erradicar las sustancias químicas más peligrosas, recogía una excepción para el DDT: el rocío en interiores contra la malaria, bajo estrictas condiciones para impedir la contaminación ambiental.
Fuente: www.azprensa