El Gobierno chileno ha decidido distribuir, de manera gratuita, la ‘píldora del día después’ en los servicios de salud públicos a las adolescentes mayores de catorce años que la soliciten, vayan, o no, acompañadas de sus padres. Esta decisión ha causado una fuerte polémica social, fomentada por la Iglesia católica y los sectores más conservadores, que critican duramente la medida.
El Ejecutivo explica la necesidad de la iniciativa, aduciendo que cada año nacen en este país alrededor de 38.000 niños de madres adolescentes y considera la medida como un paso en pro de la igualdad, ya que los más pobres no pueden acceder a este fármaco si se vende en las farmacias.
Chile y Salvador son los únicos países latinoamericanos donde el aborto está prohibido, incluso el terapéutico, lo que no impide que en el país andino se realicen, de media, unos 160.000 abortos ilegales cada año, al mismo tiempo que se engrosan las listas de madres con hijos no deseados.
Para la promotora de la medida, la ministra de Sanidad, María Soledad Barría, de esta manera se pone a disposición de las mujeres chilenas “la totalidad de los métodos anticonceptivos que existen, para que, de acuerdo a su propia convicción y no por imposición de nadie, puedan decidir cuál es el que prefieren”.
Fuente: www.azprensa.com