Dos especialistas consultadas por Infobae.com señalan que la tarea de los progenitores es importantísima para la educación sexual de los jóvenes.
Embarazo, relaciones sexuales y hasta el rendimiento sexual son apenas tres de las dudas que preocupan a los adolescentes.
Tanto chicos como chicas suelen conversar con sus pares sobre el tema, pero dos expertas consultadas por Infobae.com señalaron que la educación sexual debe comenzar por la familia. Sobre todo para evitar enfermedades infecciosas y embarazos no deseados, entre otras consecuencias.
«La tarea de los padres será la de acompañarlos, por eso un repaso por las inquietudes más frecuentes puede ayudar en este proceso», señala Diana Moreno, médica del departamento de ginecología infantojuvenil del instituto Halitus.
Asimismo, la especialista detalla las dudas con las que frecuentemente aparecen los adolescentes en los consultorios. En la preadolescencia las niñas preguntan por el crecimiento de sus mamas y tienen necesidad de conocer sobre menstruación y otros aspectos del funcionamiento corporal femenino y de los sentimientos que esto despierta.
Algunas expresan disconformidad con algunas partes de su cuerpo: mamas, glúteos, muslos, abdomen, vello corporal. Por su parte, los varones indagan por el desarrollo de sus genitales.
En plena pubertad, los varones no preguntan tanto. Según Moreno, «algunos están preocupados por su identidad sexual o por no lograr relaciones sexuales satisfactorias».
En cambio, las mujeres son más osadas y prefieren acudir a profesionales. Sin embargo, en muchos casos es la falta de información o mala información lo que las conduce a conductas de riesgo en su sexualidad.
«Vemos que el colegio tampoco las protege. Hay más embarazos no deseados en chicas escolarizadas», observa Alicia Figueroa, ginecóloga del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam), al refererise a una encuesta que hizo la institución el año pasado sobre mamás adolescentes internadas en hospitales porteños.
La encuesta del Celsam, además, arrojó que casi un 50% de las adolescentes encintas pensó «que no iba a quedar embarazada».
«Vemos una falta de proyecto en las chicas: no hay un proyecto de vida. En las no escolarizadas, el embarazo vino a suplir la falta de trabajo o de estudios», señala Figueroa.
Por otra parte, la especialista remarcó la mala información sobre los métodos anticonceptivos. «Hay mucho uso folclórico del preservativo. Muchas parejas lo usan sólo en lo que creen que es el período fértil. O lo usan después de la penetración. Es un uso inconsistente».
«Es importante que los padres, con ayuda de profesionales médicos y psicólogos, acompañen y escuchen las inquietudes de sus hijos», subraya Moreno.
En ese sentido, Figueroa adelantó que en la entidad ya se está trabajando en una nueva encuesta de sexualidad adolescente, esta vez, apuntada a la relación con los padres.
Fuente: 13.7.06 – Infobae. Base de datos – Dr. Francisco Argañaraz – sexologiamed@ciudad.com.ar