El XVIII Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular (SECCV), ha presentado entre sus principales novedades una versión mejorada del robot «Da Vinci», diseñado por ingenieros de la NASA y que supone una revolución en el campo de las operaciones de máxima precisión.
Este robot pertenece a una nueva generación de máquinas de Cirugía virtual y permitirá a los cirujanos cardiovasculares realizar sus intervenciones con mayor precisión, según explicó el presidente del comité organizador del Congreso, José A. Montero.
La nueva versión del sistema quirúrgico «Da Vinci» supera en prestaciones al único existente en España de estas características, presentado el pasado mes de septiembre en la Fundación Puigvert de Barcelona como una «revolución» en el ámbito de la Cirugía urológica y especialmente en el cáncer de próstata.
Entre sus principales avances, los expertos destacan que suple las limitaciones que tiene la técnica laparoscópica, al mejorar la visión del campo de operaciones y la movilidad del instrumento quirúrgico.
El doctor Montero precisó que el «Da Vinci» permite trabajar con grandes aumentos, facilitar el acceso a zonas profundas a las que no se puede acceder manualmente y eliminar el temblor del cirujano en operaciones de microcirugía.
Este nuevo robot también supone «un avance respecto a la visión del campo operatorio, ya que dispone de un sistema tridimensional que facilita un control más preciso de todos los movimientos en el proceso quirúrgico que en la videocirugía anterior, únicamente bidimensional».
Además, los pacientes intervenidos con ayuda de los robots «sufren menos cicatrices, además de un postoperatorio sin dolor que no exige estancias hospitalarias tan largas como antes».
Corazones mecánicos
Montero también precisó que otra de las novedades tecnológicas expuestas durante este Congreso es la introducción en el ámbito cardiovascular de los corazones mecánicos, definitivos o como puente al trasplante, que permiten recuperar a enfermos con infartos de miocardio masivo.
En otro orden de cosas, el programa científico también incluye una revisión sobre la regeneración de las zonas del corazón infartadas a través de la inyección de células madre, una técnica que, según Montero, «está todavía en una fase experimental, ya que los resultados obtenidos no son tan definitivos como se esperaba».
En una situación similar, pero «por implicaciones de tipo legal y político», dijo, se encuentra la aplicación de células madre embrionarias en intervenciones cardiovasculares.
Este responsable del Congreso opina que «es difícil controlar este tipo de células cuando se insertan en un corazón infartado, ya que pueden degenerar en tejidos que no sean cardíacos o, incluso, generar un tumor de células cardíacas».
Fuente: www.azprensa.com