La anorexia nerviosa podría ser un trastorno heredable y vinculado a la conducta neurótica precoz entre las mujeres, según una investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU) y publicado en Archives of General Psychiatry.
Actualmente se desconocen los factores de riesgo de la enfermedad pese a la gravedad que ésta supone ya que está asociada con la mayor tasa de mortalidad entre las enfermedades mentales.
Los científicos han estudiado el caso en individuos del registro de gemelos sueco para examinar la incidencia, heredabilidad y factores de riesgo de la anorexia. Ya se realizó algún estudio sobre los años 70, actualmente, los investigadores se han centrado en 31.406 gemelos del registro nacidos entre 1935 y 1958. En el proyecto, que finalizó en 2002 y que ha tenido una duración de 4 años, se establecieron unos filtros sobre una variedad de trastornos, incluidos la anorexia.
Concluyeron que la incidencia global de la anorexia nerviosa en 2002 fue del 1,2% en mujeres y del 0.29% en hombres. El 56% de los casos es heredable mientras que en el resto de casos influyeron factores ambientales. Por este motivo consideran que, esta enfermedad, afecta a mujeres de forma “desproporcionada”. Además creen que los antecedentes de anorexia previenen el desarrollo de sobre peso durante su vida posterior y que es un trastorno que puede predecirse ante la presencia de neurosis precoz.
Los estudios realizados en los años 70 han servido a los científicos para analizar siete posibles predoctores de la enfermedad entre las mujeres: IMC; problemas gástricos; realización excesiva de ejercicio; estrés percibido; personalidad extrovertida; neurosis, caracterizada por la baja autoestima e inestabilidad emocional; y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad. De todos ellos, la neurosis es la única que se identificó como factor de riesgo para la anorexia.
Aquellos que padecieron la enfermedad durante toda su vida tenían menor índice de masa corporal (IMC), realizaban más ejercicio y se sentían mejor con su estado de salud que aquellos que no padecían anorexia.
Fuente: www.azprensa.com