La apnea durante periodos más o menos prolongados del sueño reduce la cantidad de oxígeno en la sangre y aumentar la cantidad de dióxido de carbono
Los individuos que experimentan síndrome de apnea obstructiva del sueño leves y moderadas son cuatro veces más propensos a sufrir un ictus durante los siguientes cuatro años que aquellos que no tienen este problema, según un estudio del Hospital General de Toronto (Canadá) y el Sistema Universitario de Salud de la misma ciudad. Las conclusiones del estudio se publican en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Los científicos analizaron los resultados de una investigación con 1.475 participantes que fueron evaluados de desórdenes respiratorios del sueño y recibieron un seguimiento durante los siguientes 4, 8 y 12 años. Dentro del grupo, 21 individuos sufrieron un primer ictus a una edad media de 53 años.
Según Douglas Bradley, autor principal del estudio, aunque el análisis no puede arrojar luz sobre el mecanismo por el que el síndrome de apnea obstructiva del sueño afecta al riesgo de ictus, estos nuevos descubrimientos apoyan la consideración del problema como una condición que puede preceder o contribuir al desarrollo de ictus.
Los expertos explican que el síndrome de apnea obstructiva del sueño forma parte de un grupo de trastornos graves del sueño en el que la persona que duerme de forma repetida deja de respirar el tiempo suficiente para reducir la cantidad de oxígeno en la sangre y aumentar la cantidad de dióxido de carbono.
Los investigadores clasifican su gravedad contando las ocasiones durante una hora en las que una persona deja de respirar durante 10 segundos o más. El desorden respiratorio del sueño moderado a grave está definido por 20 o más ocasiones por hora.
Durante el estudio y las visitas de seguimiento, los participantes pasaron por una prueba de sueño en un laboratorio mediante una polisomnografía, junto con medidas de los niveles de presión sanguínea y colesterol en suero, además de un chequeo de otros factores de riesgo del ictus como el índice de masa corporal.
Según los científicos, de los 1.475 participantes, el 76 por ciento no tenían desorden respiratorio del sueño, el 17 por ciento tenía un trastorno leve y el 7 por ciento tiene un problema entre moderado y grave.
Los investigadores señalan que en el futuro será necesario determinar a través de nuevos estudio si el tratamiento del síndrome de apnea obstructiva del sueño podría evitar el ictus o mejorar sus consecuencias.
Fuente:www.azprensa.com