El primer estudio en más de un millón de nacimientos en América latina demuestra que los embarazos separados por intervalos menores de un año y mayores de casi cinco presentan más riesgos de que el parto sea prematuro, de que el bebe pese menos de 1,5 kilogramos al nacer y hasta pone en riesgo la vida de ambos.
Denominado «intervalo intergenésico», el período que una pareja decide esperar para un nuevo embarazo condiciona la salud con la que el pequeño llegará al mundo. «Lo que más impactó fueron los resultados sobre el gran peso que tienen los intervalos menores de 12 meses sobre la mortalidad perinatal, que es uno de los principales indicadores de desarrollo de un país», comentó a LA NACION desde Colombia el doctor Agustín Conde-Agudelo, autor principal del estudio e integrante del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Fundación Clínica Valle del Lili.
Para el trabajo, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, los investigadores recopilaron información clínica de 1.125.430 embarazos producidos entre 1985 y 2004, principalmente de Uruguay y la Argentina (271.228 casos), del Sistema de Información Perinatal del Centro Latinoamericano para Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP), de la Organización Panamericana de la Salud.
Como referencia, el equipo usó el intervalo con menor mortalidad para el bebe y la madre: 18 a 23 meses. Los problemas más frecuentes evaluados fueron: muerte neonatal (dentro de los siete días del nacimiento), muerte fetal (a las 20 semanas de gestación), bajo peso (menos de 2,5 kilogramos) y muy bajo peso (menos de 1,5 kilogramos), parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación), muy prematuro (antes de las 32) y muy baja talla al nacer.
Entre las mujeres que volvieron a quedar embarazadas después de 5 años (18,6%), la probabilidad de desarrollar hipertensión (preclampsia y eclampsia) fue del 80%. En los bebes aumentó de un 15 a un 20% el riesgo de mortalidad, baja talla y parto prematuro. Estos intervalos (más de 59 meses) fueron más frecuentes entre las mujeres mayores, con índice de masa corporal elevado, con un embarazo previo sin complicaciones y que recibían cuidados adecuados.
Antes de un año
Las esperas más cortas, entre seis y once meses, fueron más comunes entre las adolescentes y jóvenes que empezaron tardíamente el control médico, o que habían sufrido un aborto previo o cuyo bebe había nacido con muy bajo peso.
En los casos de intervalos menores de 6 meses, creció el riesgo de que la futura mamá desarrollara anemia o sufriera ruptura de membranas, sangrado en el tercer trimestre, infección puerperal y hasta la muerte. En los bebes, la probabilidad de muerte neonatal y fetal fue del 50%; de bajo y muy bajo peso al nacer, parto prematuro y muy prematuro, del 80 al 100%, y de baja talla al nacer, del 30 por ciento.
«A las mujeres que se van del sistema de salud rápidamente, hay que darles información sobre planificación familiar y facilitarles el acceso a los métodos anticonceptivos que les permitan espaciar los embarazos y reducir los riesgos. Es darles la oportunidad de irse protegidas del hospital y de que sepan que tienen medios a su alcance», insistió el doctor José Belizán, coautor del estudio y director de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria de la UBA.
En cambio, entre los bebes concebidos con un intervalo de entre 12 y 17 meses, los riesgos fueron tan bajos (3 al 8%) como los del grupo de referencia. «Si las mujeres esperaran por lo menos un año y medio (18 meses) para volver a quedar embarazadas, habría unas 60.000 muertes perinatales menos por año. Sin embargo, no existe una intervención que permita lograrlo, aunque la planificación familiar es relativamente económica», concluyó el experto colombiano.
Por Fabiola Czubaj
Después de un aborto
«El intervalo que una mujer debe esperar para volver a embarazarse después de un aborto, ya sea espontáneo o inducido, es de por lo menos cinco meses. Se le dice que debería esperar por lo menos tres meses, pero no encontramos ninguna evidencia científica que sustente esa recomendación», afirmó el doctor Agustín Conde-Agudelo al hablar de una segunda investigación que publica la revista de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia.
Del análisis de 258.108 embarazos de mujeres de la región que habían sufrido un aborto previo los investigadores dirigidos por el experto colombiano hallaron que los bebes que habían sido concebidos antes de los seis meses tenían los registros más elevados de bajo peso al nacer y parto prematuro.
«No hallamos que los intervalos mayores de 5 meses después de un aborto tuvieran mayor probabilidad de problemas maternos y perinatales, por lo que no se aplica el intervalo de 18 a 59 meses», señaló el especialista.
Fuente: 19.8.05 – La Nación