Las implicaciones de este descubrimiento son grandes, según el autor, ya que están aumentando las necesidades de perfiles de ADN y pruebas genéticas en los sistemas de salud y judiciales de los perfiles de ADN y las pruebas genéticas, como en el caso de la donación de órganos y la identificación criminal. Los investigadores basan sus descubrimientos en estudios científicos internacionales y resúmenes de conferencias del periodo comprendido entre los años 1950 y 2004.
Sus resultados muestran las tasas de «discrepancia paternal», donde un padre no es el padre biológico de su hijo, en un rango de menos del 1 por ciento a tanto como un 30 por ciento. Generalmente se cree que las tasas están por debajo del 10 por ciento, una tasa del 4 por ciento significa que alrededor de una de cada 25 familias podría estar afectada.
Según los autores, el aumento del uso de las pruebas genéticas para el diagnóstico, tratamiento y la identificación es probable que amplifique las tasas de discrepancia paternal. Los investigadores apuntan a otras evidencias de apoyo, incluyendo las tasas que se remontan a las pruebas de paternidad en Norteamérica y Europa.
En los Estados Unidos, las tasas se doblaron hasta los 310.490 entre 1991 y 2001. Según los expertos, en el Reino Unido alrededor de un tercio de los embarazos no son planeados y aproximadamente una de cinco mujeres con relaciones de larga duración han tenido una relación extraconyugal.
Los datos son similares en el caso de otros países desarrollados, señalan los autores. Según los investigadores, en el presente existen pocos servicios de apoyo para ayudar a aquellos afectados y pocas recomendaciones sobre la divulgación de la discrepancia paternal para aquellos que trabajan en la sanidad o los sistemas de justicia criminal.
Los autores señalan que en una sociedad donde los servicios y las decisiones vitales están cada vez más influidos por la genética, cómo se realice la aproximación a la discrepancia paternal no puede ser simplemente para ignorar el tema.
Fuente:www.azprensa.com