Una mayor educación sexual retrasa el inicio de las relaciones en la población joven, señaló la directora general de Afluentes, Gabriela Rodríguez, quien apuntó que la abstinencia (método recomendado por la Iglesia) pone en riesgo a la población de contraer el VIH/Sida.
Especialista en Población, Rodríguez sostuvo que la educación sexual favorece el inicio de las relaciones sexuales a mayor edad, reduce el número de parejas sexuales, incrementa el uso del condón y métodos anticonceptivos, disminuye los embarazos no deseados y, lo más importante, contribuye a disminuir las infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH/Sida.
De acuerdo con la Encuesta de la Juventud 2000, las y los jóvenes mexicanos han recibido la más importante información de sexualidad en la escuela en un porcentaje de 34.1 por ciento; de los padres, en 24.4 por ciento; en tanto que ellas y ellos mismos han buscado por sí solos la información en el 19.4 por ciento de los casos.
En una exposición durante el Segundo Encuentro Nacional Educación Sexual Integral, Prevención del VIH-Sida, organizado por la Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir, recordó que el condón y las pastillas anticonceptivas son dos mecanismos que deben ir juntos para evitar el contagio de VIH/Sida y los embarazos no deseados.
La activista feminista destacó que las y los jóvenes también han obtenido información -aunque en menor medida- de los amigos, los medios de comunicación y, sólo en el 1 por ciento de los casos, de la Iglesia.
Expuso que en los últimos 30 años, desde 1974, cuando operó en este país el primer programa de educación sexual -pese al enfoque biológico y reproductivo que tenía- hay avances importantes y retos que superar.
Destacó que otra encuesta, la Nacional de Educación Sexual en la Primaria, señala que el 85 por ciento de los padres de familia opinan que sí debe impartirse. De ese total, 67.1 por ciento de las madres y los padres de familia opinaron que la educación sexual debe ser impartida tanto en la casa como en la escuela.
Sin embargo, la Encuesta de la Juventud indica que las y los jóvenes hablan con sus madres y padres sólo en el 13 y 4.9 por ciento de los casos, respectivamente; sobre todo de temas relacionados con estudio, trabajo, sentimientos y religión.
Rodríguez indicó que, de acuerdo con estos estudios de población, son las madres en quienes las y los jóvenes tienen más confianza para platicar sobre el tema de sexualidad o despejar sus dudas, pero, además, casi la mitad de las y los encuestados reconocieron en sus familias el apoyo y la solidaridad con sus decisiones.
Sobre qué buscan las y los jóvenes en el noviazgo, expone que el 60 por ciento busca a alguien a quien amar y con quién compartir sus sentimientos; 26 por ciento, una persona para salir y divertirse, y el 12 por ciento indicó que el noviazgo les permite conocer a la persona con la que piensan casarse.
Las mujeres valoran de sus parejas que sean responsables, que no tengan vicios y que sean inteligentes, como las tres principales características, seguidas de la posibilidad de que sean tiernos, seguros de sí mismas y su físico. En tanto que los hombres, señala la misma encuesta, buscan en las mujeres que sean responsables, tiernas y comprensivas; inteligentes, seguras de sí mismas, que no tengan vicios y su físico.
La primera relación sexual
Por otro lado, la directora general de Afluentes señaló que un estudio elaborado por The Alam Guttmacher Institute, organismo con sede en Nueva York, indica que a más educación sexual más se retrasan las relaciones entre las y los jóvenes.
Este estudio, dijo, coincide con otros muchos que se han elaborado en varios países, por lo que desechó la idea de que la información podría aumentar las relaciones sexuales tempranas o precoces, como opinan algunos sectores.
La investigación señala que en Estados Unidos el promedio de inicio de la vida sexual es de 16 años, al igual que en Francia, en tanto que en Alemania y Holanda es casi a los 18 años. En América Latina el promedio es de poco más de 15 años.
En el país, el 26.8 por ciento de los hombres de entre 15 y 19 años sí han tenido relaciones sexuales; en el caso de las mujeres, el porcentaje es de 18 por ciento. Entre 20 y 24 años, la cifra es de 72.8 por ciento para los hombres y 58 por ciento para las mujeres; y el último grupo de jóvenes, de entre 25 y 29 años de edad, es del 90.1 por ciento para los varones y 82.1 para las mujeres.
En la misma Encuesta Nacional de la Juventud (2000), se les preguntó a los jóvenes el número de parejas sexuales que habían tenido. El 66.1 por ciento de los hombres y el 88.9 de las mujeres dijeron que sólo habían estado con una pareja; en general, el 12 por ciento dijeron haber tenido dos o tres parejas, y cuatro o más parejas el 4 por ciento.
Embarazo adolescente
Rodríguez señaló que como resultado de la educación sexual hay una reducción de embarazos adolescentes. En 1974, se embarazaba una de cada ocho jóvenes; en 1992, una de cada 12, y finalmente, en el 2000, una de cada cuatro; sin embargo, la tasa de embarazo precoz en México es muy alta comparada con Francia y Alemania.
Asimismo, el 21 por ciento de estos embarazos entre jóvenes de 15 a 19 años se presentan en los niveles socioeconómicos muy bajos; 14.7 por ciento, en nivel bajo; 8.1, en el medio, y 5.1 en el nivel alto.
Otro dato interesante, explicó la especialista, es que a menor edad hay una mayor utilización de los métodos anticonceptivos en los hombres, en tanto que en las mujeres es al contrario. La mitad de las y los jóvenes dijeron que sí utilizan un método anticonceptivo (51.2 por ciento). El condón es el método más empleado en el 53.2 por ciento de los casos; de ese total, 75.2 por ciento son varones y 24.9 mujeres.
Fuente: 12.8.05 – CIMAC – México
Soledad Jarquín Edgar, corresponsal Cimac | Oaxaca