El mercado se llena de productos sin garantías para dejar de fumar

Se trata de una serie de ‘inventos’ que no han demostrado su eficacia y que, por el momento, han recibido críticas negativas por parte de la comunidad científica.

Desde hace ya algunos meses muchas farmacias españolas venden cigarrillos. Por tres euros, el comprador obtiene una cajetilla de 20 pitillos sin nicotina pero compuestos por papaya, avellano, menta, eucalipto y alquitrán.

Con un aspecto similar al de los paquetes normales, sus fabricantes lo califican como un «dispositivo gestual y sensorial». «Sirven para cuando lo estás dejando y quieres tener un cigarro en la mano», explica una dependienta de una de las farmacias que lo suministran en Madrid.

Ella vende el producto con total normalidad, sin preocuparse de que está contraindicado en embarazadas y personas con enfermedades cardiacas que estén bajo tratamiento con nicotina. Tampoco advierte de que no debe utilizarse durante más de tres meses.

Algunos medios de comunicación franceses han recogido voces que señalan que su riesgo se asemeja al de los cigarrillos convencionales. Unas acusaciones que el laboratorio rebate en su web: «Los NTB están reconocidos como dispositivo médico destinado a ayudar a que las personas abandonen el tabaco».

Cebada, alcohol … y ¿nicotina?

Nicoshot (algo así como ‘chupito o chute de nicotina’), es otro de los productos que probablemente suscite polémica. Se trata de una cerveza de nicotina que continúa la saga de otras consumiciones similares y de unas gotas de nicotina que se añaden a las bebidas.

Según informan sus fabricantes, tres latas de Nicoshot (de 250 ml cada una) podrían hacer las veces de un paquete entero de pitillos convencionales. La cerveza se compone de tres miligramos de alcaloides de nicotina, 63 calorías, 4,5 carbohidratos y un 6,3% de alcohol.

Registrada dentro de la categoría de alimentos funcionales, la cerveza no necesita el visto bueno de la FDA (la agencia estadounidense del medicamento) porque, según aclaran sus fabricantes, «no está dirigido a diagnosticar, tratar, curar o prevenir una enfermedad».
Fuente: www.azprensa.com

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