La píldora del día después

Ofrecemos el presente artículo de opinión realizado por el doctor M. A. Delgado, para azprensa.com (España).
Se ha suscitado una gran polémica por la píldora del día después. Primero, habría que recordar que la píldora del día después, no deja de ser un tratamiento hormonal que se administra, y por tanto un tratamiento médico.

En España se comercializan dos, aunque el principio activo es levonorgestrel, cuya acción es bloquear o retrasar la ovulación impidiendo así la anidación del óvulo en el endometrio.

Las dos marcas cuestan lo mismo, 18 euros y se comercializan en el mismo formato, dos comprimidos de 0.75 mg posteriores a la relación sexual. Se deben administrar en las 72 horas después y la segunda toma 12 horas después de la primera.

En el año 2004, se comercializaron en España 600.000 unidades: la eficacia de este tratamiento es cercana al 95% si se administra en las primeras 24 horas. La anterior pauta, era lo que se conoce como pauta yuzpe, que consiste en el uso de dos anticonceptivos clásicos, el oovoplex y la neogynona, que tiene menos eficacia y más efectos secundarios.

El problema de todo esto es que el uso de levonostregenol ha aumentado casi un 300%, desde el año 2001. Diversos estudios dicen que el perfil de la mujer que suele tomar la píldora del día después es menor de 25 años, y que casi en el 86.5% de los casos tienen pareja estable en Cataluña, después de haber tenido un problema con el preservativo.

Del mismo modo, diversas estadísticas mencionan que el 20% de las jóvenes de entre 14 a 19 años asegura haber mantenido relaciones sexuales, y el 1% de las adolescentes se quedan embarazadas cada año. Varias comunidades autónomas están distribuyendo gratuitamente este tratamiento. Cataluña, Extremadura, Andalucía, o Cantabria son ejemplos y ahora también el ayuntamiento de Madrid se ha sumado a la medida.

El problema que yo veo de todo esto, es que parece que hay una carrera a haber quién se considera más progresista (¿?) y luego el hecho de que se administre gratuitamente e incluso sin receta.

Puedo entender que se quiera facilitar a aquellas mujeres, sobre todo mujeres jóvenes que hayan tenido una relación y no quieran tener un embarazo no deseado. Sin embargo, la pregunta sería: ¿Tomar la píldora es la solución adecuada? … Creo que la administración de los comprimidos no es la única solución. La solución pasa porque la mujer sea valorada por un médico que le realice una historia clínica en condiciones y que se interese por lo que la ha ocurrido proporcionándola entre otras medidas la píldora.

Lógicamente hay que tener una estructura preparada para poder atender esta demanda. ¿No serán los lunes el día con mayor demanda? Para esta medida, sería necesaria la evaluación por parte de un especialista en ginecología, o un experto en planificación familiar (y no cualquier médico, sin ver el problema de forma global y sobre todo sin experiencia en estos temas). Además la historia clínica a archivar, ¿sería anónima?. Entonces ¿cada lunes puede ir a un centro diferente para la píldora, y no haber ningún control?. Además, se quiere implantar para que se proporcione en las farmacias sin consulta médica. En mi opinión, me parece que así no se le da la importancia que tiene este acto además de que no se pueden proporcionar más medidas. Y ¿qué pasa con la educación sexual? ¿Prevención de las enfermedades de transmisión sexual, del VIH? ¿Y las posibles alteraciones psicológicas?. Y ¿por qué no acompañan los padres a la niña cuando para cualquier intervención menor se necesita un consentimiento informado?. Y ya por último ¿por qué gratuita?.

M.A. Delgado
Fuente: www.azprensa.com

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