El componente principal del cannabis, el delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), puede prevenir el desarrollo de la aterosclerosis en los vasos sanguíneos, causa principal de la enfermedad cardiaca e ictus en el mundo desarrollado, según un estudio realizado en ratones por investigadores del Hospital Universitario de Ginebra (Suiza) y la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) que se publica en la revista ‘Nature’. El estudio muestra que la progresión de la enfermedad se detiene cuando se proporciona a estos animales dosis bajas de THC.
Según los expertos, la aterosclerosis se produce cuando la acumulación de células inmunes en los vasos sanguíneos causa el estrechamiento de las arterias, la acumulación de lípidos y la formación de placas. El THC previene la acumulación de células inmunes mediante su unión con las proteínas llamadas receptores CB2 a la superficie de la célula.
Los investigadores explican que cuando se proporcionan agentes químicos que evitan la unión del THC a estos receptores el efecto terapéutico del THC se cancela y los ratones continúan desarrollando los síntomas de la enfermedad. Según los científicos, en el cerebro el THC se une a un receptor diferente de la superficie celular llamado CB1. La dosis de THC proporcionada a los ratones (sobre 1 miligramo por kilo de peso al día) fueron menores del nivel requerido para activar el receptor CB1 por lo que no se observaron los efectos psicoactivos del cannabis.
Este hecho sugiere que un posible tratamiento para la aterosclerosis que utilizara THC aislado podría evitar otros efectos dañinos del cannabis como el aumento de la presión arterial.
Fuente: www.azprensa.com