Los usuarios a la cocaína que deciden dejar de administrarse esta sustancia son más propensos a recaer tras largos periodos de abstinencia en vez de inmediatamente después de dejar la droga, según un estudio del Instituto Nacional de Toxicomanía de Baltimore (Estados Unidos) que se publica hoy en la edición digital de Nature Neuroscience.
Según los científicos, los deseos de consumir cocaína que siguen a un amplio periodo de abstinencia requieren la activación de una proteína denominada quinasa regulada por señales extracelulares (ERK) en una parte del cerebro que participa en la motivación y la emoción.
Los investigadores entrenaron animales de laboratorio para que presionaran una palanca para conseguir una administración intravenosa de cocaína. También asociaron la administración de cocaína con señales ambientales específicas, para que aprendieran a asociar estas señales con la droga.
Posteriormente se retiró el acceso tanto a la droga como a las señales ambientales durante un mes. Como los humanos dependientes, los animales mostraron mayores signos de deseo cuando fueron expuestas a las señales ambientales asociadas a la droga después de 30 días de abstinencia que después de un sólo día.
Los científicos descubrieron que la activación de ERK en el núcleo central de la amígdala cerebral conocida por su participación en la motivación y la emoción, era necesaria para que se produjera esta ansiedad frente a la posibilidad de consumir la droga.
Según los expertos, la activación de ERK en la amígdala fue superior 30 días después de la retirada de la droga que 1 día después de ello, y bloqueando la actividad de ERK se disminuyó el comportamiento de búsqueda de la sustancia.
Según los científicos, la activación de ERK un día después de la retirada aumentó el comportamiento de búsqueda de cocaína en los animales de experimentación. Estos resultados identifican, según los investigadores, un mecanismo bioquímico específico en la amígdala que da lugar a esta ansiedad latente, proporcionando nuevos datos sobre los mecanismos de las recaídas en el consumo de drogas.
Fuente: AzPrensa