En las Américas se registran 220.000 nuevos casos de tuberculosis cada año, y se estima que mueren más de 50.000 personas a causa de esta enfermedad, según información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora mañana, expertos de la OPS remarcan que se trata de una enfermedad tratable y curable. Y que hay que generar compromisos a todo nivel, reforzando especialmente la participación comunitaria, para controlarla.
Controlar la tuberculosis es una de las Metas de Desarrollo del Milenio, un compromiso por el bienestar humano que asumieron todos los países. Uno de los objetivos de esta declaración sin precedentes es lograr que más pacientes tengan acceso a tratamientos para 2015.
Con el lema «Cada respiración cuenta. Detengamos la tuberculosis ahora», la OPS se alinea con esta meta, reforzando el mensaje para derrotar esta enfermedad a nivel regional. Según explicó la Dra. Pilar Ramón, a cargo del Programa de Tuberculosis, la TB, como se la conoce en la jerga médica, «no reconoce edad, sexo, raza o condición social, pero se asocia a la pobreza, ya que las personas más desfavorecidas presentan una mayor vulnerabilidad».
Ramón remarcó que toda la comunidad debe participar activamente en la lucha contra la tuberculosis. «Una persona puede estar atenta y si un familiar o amigo tiene tos con expectoración por más de 15 días, debe recomendarle que vaya al médico», dijo.
Cuando se confirma la presencia del bacilo que provoca la enfermedad, la persona afectada debe tomar medicamentos durante seis meses, y, lo que es esencial, no debe interrumpir el tratamiento, aunque se sienta mejor y ya no presente los síntomas iniciales.
En la región de las Américas, el diagnóstico y tratamiento de la TB no tiene costo para los pacientes. Existen medicamentos que curan la enfermedad, pero, si la persona no se trata, la infección puede ser mortal.
En un reciente informe sobre tuberculosis y resistencia a los antibióticos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que «la investigación y desarrollo de nuevos fármacos es otra necesidad urgente, para que se pueda acortar la duración del tratamiento y tratar las cepas que son resistentes. Después de un estancamiento de 40 años en el desarrollo de fármacos antituberculosos, las inversiones en investigación y desarrollo son fundamentales para ampliar las opciones terapéuticas y vencer las cepas resistentes. La Alianza Mundial para el Desarrollo de Medicamentos contra la Tuberculosis, una entidad asociada con la OMS, está uniendo a investigadores públicos y privados en la búsqueda de una cura más rápida».
Para estos organismos, hay que mejorar el diagnóstico de los casos y curar la enfermedad que, a nivel mundial, afecta cada año a 8 millones de personas y mata a 2 millones.
La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.